Lectura 3:00 min
Uruapan
Hace unas horas fueron incendiados dos vehículos y tres Oxxo en Uruapan, Michoacán-conocida como la capital del aguacate-. Una célula criminal se adjudicó dichas acciones, supuestamente como protesta a los operativos llevados a cabo en distintos puntos de la entidad por las autoridades. Así, Uruapan -considerada como la entrada a Tierra Caliente-, repite su historia de violencia y control de grupos delictivos que se disputan zonas estratégicas para el tráfico de drogas, narcomenudeo, cobro de piso y extorsión entre otros delitos. Este año, el municipio ha tenido que sortear ataques armados, emboscadas a miembros del ejército cerca de la comunidad de Zirapondido, la quema de lotes de autos, homicidios y enfrentamientos entre grupos delictivos contra las autoridades, más los constantes cobros de piso y amenazas del crimen organizado.
Uruapan desde hace casi dos décadas, es una zona estratégica de relevancia para las lógicas delictivas -actualmente se contemplan operaciones de tres grupos criminales en la zona que se disputan los negocios de cobros de piso, extorsión y el narcomenudeo. A su vez, la zona es crucial para el trasiego de drogas, por la diversidad de rutas, brechas y accesos a Jalisco y Guanajuato, y su acceso al puerto de Lázaro Cárdenas -, lo que lamentablemente la ha posicionado como la ciudad con mayor percepción de inseguridad en Michoacán, de acuerdo a datos de la Encuesta de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada por el INEGI en el primer trimestre del 2024, en donde el 86.2% de la población considera que vivir en Uruapan es inseguro y peligroso.
Los controles delictivos en la localidad en los últimos años han demostrado su capacidad para desarrollarse y expandir sus economías extractivas y predatorias, a partir de extorsionar a empresarios, negocios y transportistas, imposición del cobro de piso a productores, robo y secuestro entre otras actividades criminales. Así, Uruapan es la segunda ciudad con mayor capacidad económica en el estado, y una de las más afectadas por actividades predatorias criminales que han logrado diversificar un sinfín de recursos ilegales a la par de la impunidad, sin que hasta el momento hayan podido imponerse medidas de contención y desarticulación criminal estratégicas por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno y la pregunta es… ¿Hasta cuándo?
El riesgo de economías criminales extractivas es que cuando las gestiones criminales hacen presencia en detrimento de la economía local y de su población, pueden establecer controles de la vida económica, política y social permanentemente logrando crear a partir de estos giros negros, una manutención al amparo del uso de la violencia y las amenazas a las poblaciones que no pueden ni tienen como defenderse. Así, sin darle más vueltas todo depende de las autoridades, de su capacidad de contener y retomar los controles de gestión criminal e imponer límites… ¿Pero de verdad se atreverán a imponer orden? ¿Tendrán la voluntad para hacerlo?