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Uso médico del fentanilo y la escasez de anestésicos
Enmedio de una preocupante y creciente escasez de medicamentos analgésicos quirúrgicos en México, el titular del Ejecutivo ha propuesto que se elimine el uso médico del fentanilo. La lógica presidencial es que prohibiendo la sustancia médica ya no se tendría que importar legalmente y se resolvería el problema del uso ilegal. Cuando en realidad el uso médico no tiene nada que ver con el recreativo.
Al presidente le inquietan los reclamos de parte de nuestro vecino del norte, pero el problema de Estados Unidos está centrado en el abuso del fentanilo ilegal, no del legal. Es como decir que para evitar robos en los bancos, se prohíba usar dinero en efectivo.
López Obrador no considera que con su idea le quitaría opciones a mexicanos con cáncer, a millones que viven con dolor crónico y pacientes terminales que reciben cuidados paliativos y de soporte.
El uso médico del fentanilo está bien regulado y vigilado en México, igual que los demás estupefacientes incluidos en la fracción 1 de medicamentos -como metadona, fentanilo, morfina, oxicodona o codeina-, que precisamente por la excesiva vigilancia sanitaria vienen escaseando desde hace meses en el país.
Sí es delicado que el mandatario del país plantee la desaparición del fentanilo médico, y más aún que lo secunde la titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Maria Elena Alvarez-Buylla, quien dijo que ella coordinará esos esfuerzos con todo empeño.
No sería la primera vez que se elimine una sustancia médica con el argumento de obstaculizar el narcotráfico. Ya sucedió con la pseudoefedrina que fue una sustancia inofensiva y útil en antigripales, hasta antes de que el chino Zhenli Ye Gon —hasta hoy
encarcelado en Almoloya— la utilizara ilegalmente como precursor para producir metanfetaminas. En 2007, el gobierno calderonista determinó prohibir en México la comercialización de medicamentos con pseudoefedrina. Y en los años siguientes le siguieron otros países como Guatemala, Honduras y Colombia.
Claramente prohibir dicha sustancia no resolvió el problema de los estupefacientes ilegales. En Europa la pseudoefedrina se sigue usando y allá no sufren el azote de narcotráfico como nosotros en México.
Lo que es un hecho es que la propuesta presidencial no ayuda en nada -por el contrario- al problema que están viviendo médicos y pacientes por falta de medicamentos para anestesia y manejo del dolor en todo el país. De por sí somos uno de los países con menor consumo per cápita de opioides para uso médico: 0.51 mg al año frente a 1.54 mg promedio en América Latina, 749 mg en Estados Unidos y 812 mg en Canadá.
El médico anestesiólogo y algólogo intervencionista Sergio Tenopala Villegas nos comenta que el fentanilo es un medicamento que sirve para potenciar el acto analgésico quirúrgico, consumir menos medicamentos durante la cirugía y ayuda a manejar el dolor postoperatorio. Se viene usando desde hace 3 décadas en México, y para dolor crónico es de mucha utilidad para pacientes con cáncer, y cada vez más por complicaciones de enfermedades crónico degenerativas.
Sin embargo por la escasez de fentanilo médico, el doctor Tenopala nos explica que muchos de sus pacientes están sufriendo síndrome de abstinencia, y lo que están haciendo como médicos es pasarlos a otros derivados de la morfina como tramadol que es menos potente u otros como la metadona y oxicodona o la propia morfina; el problema es que hay desabasto de todos esos medicamentos.
Los médicos les preguntan a los laboratorios productores y la respuesta es que sí tienen en existencia, pero la Cofepris les tiene atorados los trámites para autorizar la venta. “Entonces vamos echando mano de lo que encontramos, pero hay cada vez más escasez”, dice el doctor Tenopala, miembro de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD) y del Colegio Mexicano de Anestesia.
Precisamente éstas y otras agrupaciones de anestesia han emitido cartas a Presidencia con copia a Cofepris implorando solución a este grave desabasto, pero hasta la fecha no hay quien los escuche.
GSK prepara su vacuna recombinante vs herpes zóster
La británica GSK ya prepara el terreno para lanzar en México su vacuna recombinante con adyuvante para prevenir herpes zóster y lo hará con un gran timing ya que hay elementos que indican que puede ser una secuela de Covid-19. La reactivación del virus de la varicela se ha convertido en un punto importante de discusión durante la pandemia, ya que se ha observado un aumento de casos de herpes zóster en pacientes que padecieron COVID-19, principalmente si requirieron hospitalización. Esto debido probablemente a la disminución del sistema inmune que caracteriza la infección por el virus causante de Covid-19. Un estudio realizado por GSK identificó que los pacientes que contrajeron Covid-19 tendrían 15% más de probabilidades de padecer herpes zóster y 21% si estuvieron hospitalizados por coronavirus.
¿Qué inmunosupresores les dan a trasplantados?
En seguimiento al desabasto de inmunosupresores para evitar que pacientes trasplantados rechacen su órgano, nos informan que el IMSS de Zoé Robledo ya empezó a darles poco a poco sus medicamentos a los pacientes que se habían quedado sin opción cuando Cofepris retiró el inmunosupresor tacrolimus (Octralin) de mala calidad, del Laboratorio Raam de Sahuayo. Les están dando Profelam (de Laboratorio Zurich) y otro de Caritas. El tema es que algunos pacientes están reaccionando con diarreas fuertes específicamente con el de Caritas, lo cual puede ser indicio importante de rechazo. Y a otros les están bajando sus niveles a menos de 5, lo que significaría que el medicamento no está haciendo correctamente la acción inmunosupresora. Seguiremos pendientes.
Para qué más médicos cubanos
Antes de decidir duplicar el número de médicos cubanos en México, como lo anunció el director general del IMSS Zoé Robledo, las autoridades de Salud del país tendrían que reportar cuáles fueron los resultados del trabajo de los 610 médicos isleños que ya llevan meses aquí. Y también cuánto México está pagando al Gobierno cubano por este servicio que como ha indicado la asociación civil Prisoners Defenders es más bien un negocio rentable para la isla pero no para los médicos cubanos que más bien están en un esquema de escalvitud moderna. Si han sido un éxito vale la pena aumentar el esfuerzo de pagarle al gobierno cubano los millones de pesos por ese servicio, pero como no está claro lo qué están haciendo, más bien lo que genera es duda y sospecha sobre el objetivo que más que respaldar al sistema de salud mexi ano, es más bien apoyar al gobierno de Miguel Díaz-Canel, multipremiado por López Obrador.
rrg