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Voté por el Frente
Ayer en las seis boletas, tres cargos de elección federal y tres local, voté por los candidatos de la coalición Por México al Frente (PAN-PRD-MC). Lo hice por dos grandes razones: El hecho mismo de la coalición y el proyecto de cambio que presentó en la campaña.
Desde que surgió la idea de la coalición, que el gobierno intentó por todos los medios evitarla, me identifiqué con ella. Y una vez que se constituyó me acerqué de diversas maneras a ella. Así, pocos días antes de iniciar la etapa de la campaña me incorporé al equipo del candidato presidencial Ricardo Anaya.
La coalición es una alianza de fuerzas políticas, en el marco del sistema presidencial, que se reúnen para intentar constituir mayoría en el Congreso y compartir la formación del gobierno. Implica acotar el poder del presidente y que el Congreso tenga que ratificar el nombramiento de los funcionarios claves en el gobierno.
Es un sistema que fortalece la gobernanza y fomenta la convivencia democrática en países con multipartidismo. Obliga al diálogo permanente entre las fuerzas que constituyen el gobierno y a la construcción de los consensos. En el 2014, la reforma a la Constitución dio lugar a la posibilidad del gobierno de coalición, aunque todavía no existe la ley reglamentaria.
La sociedad mexicana demanda un cambio de gobierno y de proyecto. El PRI ya no es opción y en esta elección sólo había dos propuestas de transformación del país en línea de lo que demanda la sociedad. De ésas, la que propone el Frente es la que pienso ofrece las mejores posibilidades, para que el país avance. Es un proyecto que mira hacia el futuro.
Contempla cambios profundos en el sistema político —el gobierno de coalición— y la implementación de una fiscalía autónoma, en cuya designación nada tenga que ver el presidente de la República, que garantice el combate a la corrupción y la impunidad. La condición sine qua non para que se combata a fondo la corrupción en los distintos niveles del poder político pasa necesariamente por una Fiscalía autónoma e independiente del Poder Ejecutivo.
Otro elemento fundamental es garantizar el Ingreso Básico Universal (IBU) que implica reestructurar y darle un nuevo impulso a la política social. Implica compactar más de 5,000 programas sociales que resultan ineficaces. Busca que el país se inserte de manera más acelerada en la economía del conocimiento. Y dar mayor velocidad al proceso de transición al uso de las energías limpias e impulsar la innovación, la ciencia y la tecnología y una educación de calidad.
El programa del Frente entiende que el Estado moderno está constituido por tres actores: el gobierno, el mercado y la sociedad civil. Los tres, cada quien en el espacio que le corresponde, tienen una tarea central en la construcción del país. Ésa es la visión del futuro. Y los países que la asumen, las evidencias son contundentes, son los que logran el desarrollo. Por todo eso voté por los candidatos del Frente.
Twitter: @RubenAguilar