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Wall Street: ¿qué sigue cuando la fiesta termina?
¿Estamos ante una corrección o un estallido? Elegir la palabra correcta es muy importante. La corrección implica un ajuste relativamente ordenado, el paso a un escenario con menores riesgos y precios menos exhuberantes. El estallido es otra cosa, la aparición de los espíritus animales: la llegada del pánico y la entrada a la dimensión desconocida.
Desde los máximos registrados el 26 de enero, las bolsas de Estados Unidos han sufrido retrocesos por el equivalente a 8%, una pérdida de valor de capitalización de 2 billones de dólares, tan sólo en las acciones representadas en el S&P. Es muy pronto para decir si estamos viviendo una corrección o un estallido, aunque pueden estar seguros de que viviremos un periodo de volatilidad intensa, con una tendencia a la baja de los principales indicadores.
La fiesta terminó y debemos prepararnos para la resaca. Fue una gran pachanga, hay que reconocerlo: las Bolsas de Estados Unidos rompieron 281 récords, desde que Donald Trump ganó la elección, en noviembre del 2016. En estos quince meses, el S&P aumentó 34%; el Dow Jones, 45% y el Nasdaq, 45 por ciento.
En un primer momento, las alzas se justificaban por el optimismo que generaban las políticas pro business de Trump, en particular la reforma fiscal. La intoxicación comenzó cuando los fundamentales se perdieron de vista y el optimismo se convirtió en exceso de confianza. Las acciones empezaron a cotizarse en múltiplos de más de 30 veces utilidades. Casi nadie tomó en serio las advertencias sobre el plan fiscal: si la economía está en pleno empleo, ¿para qué lanzar un programa de estímulos tan agresivos?
¿Corrección o estallido? Los inversionistas temen que la economía se sobrecaliente. Esto significaría más inflación y alzas de tasas. Es seguro que las bolsas bajarán, la gran pregunta es ¿cuánto? No descarten descensos de 10 o 20% en las próximas semanas.