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Opinión

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Ya es hora, 51 años después, de que priistas y expriistas ofrezcan una disculpa pública

El 2 de octubre de 1968 era yo un estudiante del segundo año de la carrera en la Escuela (hoy Facultad) de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México y, como la mayoría de los alumnos de la UNAM, no asistí al evento convocado en la Plaza de las Tres Culturas.

Después de participar durante agosto y septiembre de ese año en diversas manifestaciones y marchas antigubernamentales, decidí no ir a Tlatelolco porque después de casi tres meses de no tener clases y luego de llegar a conocer a algunos de los principales y nada sinceros dirigentes estudiantiles, concluí que el movimiento estaba controlado por individuos que respondían más a intereses trasnacionales que nacionales y que recibían consignas, orientación y apoyo económico de funcionarios de las embajadas de Estados Unidos, la Unión Soviética, Cuba y otros países.

La acción violenta, sangrienta y desmesurada que el presidente priista Gustavo Díaz Ordaz ordenó llevar a cabo ese día de octubre para suprimir el movimiento estudiantil me impresionó y afectó. Desde entonces dejé de creer en los políticos mexicanos, sobre todo en los priistas.

Pasaron 39 años y llegó el 2 de octubre del 2007. En mi noticiero radiofónico me referí a los eventos que ese día encabezarían diversos funcionarios y dije, entre otras cosas:

“Muchos de los líderes del 68 hoy van a llorar y echar lágrima y moco, también lo harán muchos expriistas distinguidos, entre ellos Marcelo Ebrard, que pese a lo ocurrido el 2 de octubre de 1968 entraron después al PRI.

“Ellos podrán argumentar que entraron para transformar al PRI desde su interior. Eso no es cierto, entraron porque el PRI era el mejor conducto para llegar al poder y hacer los negocios que desde el poder en México se pueden hacer.

“Entonces, hoy a los priistas o expriistas que inclinen la cabeza en memoria de los muertos de Tlatelolco, a todos les digo que son unos hipócritas.

“También veremos inclinar sus cabecitas a muchos excomunistas que hoy están dentro del PRD y que como líderes estudiantiles exigían la desaparición del cuerpo de granaderos porque decían que era una corporación policiaca represora. Desde que el PRD llegó al Gobierno del DF, en 1997, no he visto que los perredistas en el poder hayan desaparecido a los granaderos...

“El mismo AMLO le entró al PRI, sabiendo que el PRI era un partido represor desde su origen.

“Entonces, hoy va a haber mucha lágrima, mucho moco, mucha recordación. Yo no estoy justificando lo que hizo el gobierno de Díaz Ordaz o lo que hizo el Ejército en aquel entonces, pero no voy a llorar como los hipócritas que lo harán en público”.

Hoy pienso lo mismo que hace 12 años y muchos de los que este día encabecen o participen en los eventos conmemorativos del 2 de octubre serán los que en su momento avalaron de alguna manera el crimen de Estado perpetrado por el gobierno de Díaz Ordaz; algunos de ellos, como el ahora diputado Porfirio Muñoz Ledo, públicamente felicitaron al entonces presidente.

Por lo ocurrido hace 51 años, ya es hora de que ofrezcan una disculpa pública aquellos que entonces pertenecían al PRI y quienes afiliándose después a este partido avalaron la matanza en Tlatelolco.

Es lo mínimo que merecen las víctimas del 68.

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Opinador, columnista, conferencista, media trainer, 35 años de experiencia en medios de comunicación, microempresario.

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