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Ya surgen las nuevas distribuidoras de la 4T
Es evidente que el gobierno federal desistió de aquella ocurrencia de que Birmex conformara una super distribuidora de medicamentos estatal. Ya le habrán hecho ver al primer mandatario que construir 4 almacenes como lo anunció en agosto del 2020 no es enchílame otra, y los 4,000 millones de pesos que se requerirían mejor se destinen a verdaderas prioridades, como es comprar medicamentos y demás insumos de salud.
En algún momento hubo jaloneos entre Insabi y Birmex por ver quién se quedaba con el control de la distribución de insumos médicos. Ahora todo parece indicar que se lo repartieron.
Insabi le dejó a Birmex, dirigido por Pedro Zenteno, la zona centro del país que es la más importante. El resto de entidades se quedaron a cargo de los operadores logísticos contratados y controlados por el Insabi que lleva el tabasqueño Juan Ferrer.
A final de cuentas se están respaldando en la infraestructura existente para la distribución de insumos de salud, que son camiones, almacenes y cadenas frías de las distribuidoras especializadas. Una de las que más se ha acomodado en la actual administración es la distribuidora Maypo, de Jack Rodríguez, que no sólo suplió a la desaparecida Fármacos Especializados haciéndose cargo del reparto y operación de almacenes en el ISSSTE, sino que ha seguido ganando contratos fuertes. Nadie sabe cómo Maypo logró salir de aquella lista de estigmatizadas, lo que no pudo la jalisciense Laboratorios Pisa que sigue colocada como villana favorita de la 4T.
Un problema, nos dicen directivos del sector, es que están entrando nuevas empresas como operadores logísticos o distribuidoras inexpertas cobrando precios muy altos y aunque buscan apoyarse en las tradicionales, en los hechos ello elevará más los costos al erario. Porque además, nos comenta Carlos Ramos, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos para la Salud (ANDIS), falta considerar el costo de la última milla, es decir el traslado hasta cada uno de los miles de puntos -hospitales y centro de salud- en cada municipio de cada estado de la República. Este costo, si bien no lo cubrirá la Federación, si lo están asumiendo los gobiernos estatales donde a su vez también están apareciendo nuevos distribuidores. Aquí, el riesgo es que como 90% de las compras están siendo adjudicaciones directas con nula transparencia -ante la no culminada megalicitación UNOPS-, se abren espacios para que funcionarios de compras en las entidades conformen sus empresas distribuidoras o se vinculen a existentes haciendo compras a modo y quedándose con su respectiva comisión. Es decir, para el caso, toda la costosa estrategia anticorrupción en el sector salud sólo estaría llevando a la reconformación de un nuevo monstruo con los mismos o similares mecanismos oscuros que siempre se han dado sobretodo al interior de los estados.
Entró Insabi a comprar lo que UNOPS no pudo
Por otro lado, nos enteramos que hay gran enojo en el equipo de Insabi porque al cuarto para las doce se vio obligada a volcarse de lleno y con mucha urgencia en las compras de medicamentos y material de curación para lo que resta del 2021, una vez que UNOPS dejó en claro que no sacaría adelante todo lo acordado.
Y ahora sí en el Gobierno lo están haciendo tal cual debió haber sido desde inicio del 2020 (en vez de buscar ayuda en el extranjero): trabajando en equipo Insabi, IMSS, ISSSTE, demás instituciones de salud y la Oficialía Mayor de SHCP.
Lo que sucedió, nos comparten fuentes cercanas al Insabi, es que al final el equipo de UNOPS no pudo con el paquete en México. Tras más de 10 meses de preparar la que se esperaba fuera una megalicitación -se centraron en lo menos complicado, negociar la compra de medicamentos de patente y fuente única-, al final los directivos extranjeros decidieron que no podían con todo, y no quisieron informar que estaba desierta más de la mitad de su compra consolidada. Con los tiempos ya muy rebasados, UNOPS entregó la estafeta a Insabi para hacerse cargo de lo que UNOPS no logró comprar, incluidos oncológicos y otros segmentos terapéuticos vitales.
Por ello con toda prisa, en junio el Gobierno federal tuvo que retomar el control de las compras de salud; conformó un numeroso equipo de trabajo interinstitucional entre Insabi, Secretaría de Salud (SS), IMSS, ISSSTE y ahora sí, de nuevo, la Oficialía Mayor de Hacienda que hoy lleva Thalía Lagunes Aragón. SS les hizo espacio en sus oficinas en Lieja -tomaron toda la parte del auditorio y salas anexas- desde donde hace semanas operan por ahora enfocados en comprar material de curación. Ahora sí se ve que le están echando todos los kilos como para demostrar que UNOPS no hace falta aquí.
No está claro qué pasará con UNOPS en el país, pero tal parece que dadas las condiciones del contrato firmado -el cual está totalmente a favor del organismo de Naciones Unidas- no se podrá romper con él y le permitirán seguir trabajando hasta el 2024 con cierta proporción de las compras.
La sensación al interior del Gobierno de México es de gran decepción en torno al trabajo de UNOPS que lo que sí supo, dicen, fue autovenderse ante México demasiado bien; en los hechos no tenía experiencia ni capacidad para adquirir la demanda de un mercado tan grande y complejo como el mexicano. Y quedará como una experiencia -un costo del aprendizaje de la 4T- que salió demasiado cara al país.
Ramón de la Fuente, el vínculo para traer a UNOPS
La novedad es que, conforme nuestras fuentes, fue el exsecretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente, actual embajador ante la ONU, quien hizo el vínculo entre la actual administración y la UNOPS (o más claramente, quien se lo sugirió al presidente López Obrador), pero una vez hecha su recomendación, el exrector de la UNAM ya no quiso meterse.
Ahora, AMLO incluyó al doctor De la Fuente en la carrera presidencial rumbo al 2024, y ya se le menciona como posible próximo titular de la Secretaría de Salud, pues se le facilitaría el camino siendo miembro del gabinete; pero si es eso, antes tendrá que explicar en qué se basó para jalar aquí a UNOPS porque seguramente no será visto como uno de sus aciertos.
Índice de medicina personalizada lanzan FutureProofing H. y Roche
Resulta que México quedó en la cuarta posición entre los países de Latinoamérica con condiciones para integrar a la Medicina Personalizada desde un abordaje preventivo, diagnóstico y terapéutico más efectivo para cada paciente. Los resultados del índice -en el contribuyeron expertos independientes, agrupaciones de pacientes, funcionarios y académicos- permiten tener un panorama general del estado actual de la Medicina Personalizada en los sistemas de salud de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay. Y puede usarse como herramienta de política pública para tomadores de decisión y la comunidad sanitaria que busca conocimientos prácticos en la planificación de los sistemas locales de salud.
Millones de detecciones de cáncer e hipertensión
Ahora que el IMSS reactivó servicios médicos con su estrategia de 100 días, pudo demostrar que alcanzó sus metas, pero también que la pandemia ha llevado a un enorme rezago en diagnóstico. Rebasó su pronóstico de detección de diabetes y cáncer cervicouterino; realizó 3.2 millones de detecciones de hipertensión y más de un millón de casos de cáncer de mamá por exploración. La buena noticia es que ya empezó a programar intervenciones de cirugía general, pediátrica, plástica y reconstructiva, neurocirugía, oftalmología, otorrinolaringología, oncología quirúrgica, urología y traumatología y ortopedia. Y sólo unos últimos datos que hablan del tamaño y la estructura del IMSS: en 100 días hizo 253 trasplantes renales, 192 de córneas, 71 de médula ósea, 18 de hígado y 6 de corazón, entre otros procedimientos de alta complejidad.
@maribelrcoronel