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Opinión

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Adolescencia en crisis

Hace poco, mientras veía a mi hijo absorto en su mundo de videojuegos, memes y conversaciones digitales, sentí una mezcla de nostalgia y preocupación. La preadolescencia ha irrumpido en nuestra casa con nuevas preguntas, desafíos inesperados y momentos en los que percibo con claridad cómo su mente y su cuerpo están cambiando.

Como madre, me encuentro reflexionando sobre lo complejo que es crecer en la actualidad. Como psiquiatra, mi inquietud es aún mayor: ¿qué está pasando con nuestros adolescentes? ¿Por qué los índices de ansiedad, depresión y suicidio han alcanzado niveles alarmantes en esta población?

Cerebro adolescente: un campo de batalla hormonal

El cerebro de un adolescente es una obra en construcción. Los cambios hormonales propios de esta etapa, impulsados por estrógenos, testosterona, dopamina y cortisol, afectan la toma de decisiones, la gestión emocional y la regulación de impulsos. No es casualidad que los adolescentes busquen nuevas experiencias, vivan sus emociones con intensidad y, en ocasiones, parezcan actuar sin medir las consecuencias. Sus cerebros están diseñados para explorar y asumir riesgos, pero el entorno actual amplifica esos peligros a niveles alarmantes.

La hiperconectividad digital ha transformado la forma en que socializan, exponiéndolos a una comparación constante, una sobrecarga de información y una necesidad de validación inmediata. Al mismo tiempo, el sedentarismo, la mala alimentación y la falta de sueño han disparado la obesidad infantil y enfermedades crónicas que antes eran casi exclusivas de los adultos. En México, el 38% de los adolescentes tienen sobrepeso u obesidad, lo que incrementa su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y trastornos metabólicos, condiciones que también impactan su bienestar emocional.

¿Cómo ayudar desde la psiquiatría integrativa?

La adolescencia no es una enfermedad, pero sí un período vulnerable que requiere un acompañamiento consciente. Como adultos, no podemos darnos el lujo de ignorarla. Desde la psiquiatría integrativa, existen herramientas clave que pueden marcar la diferencia en la salud mental de nuestros jóvenes:

1. Alimentación consciente: El cerebro adolescente necesita nutrientes adecuados para su óptimo funcionamiento. Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados, azúcares y cafeína, e incluir fuentes ricas en omega-3, magnesio y antioxidantes puede mejorar su estado de ánimo y capacidad de concentración.

2. Regulación del sueño: El uso excesivo de pantallas interfiere con la producción de melatonina, afectando el sueño reparador. Establecer una rutina nocturna libre de dispositivos al menos una hora antes de dormir favorece el descanso y reduce la irritabilidad.

3. Movimiento y conexión con la naturaleza: La actividad física no solo previene enfermedades crónicas, sino que también regula la ansiedad y mejora la autoestima. Fomentar el ejercicio, las caminatas o simplemente pasar tiempo al aire libre es clave para su bienestar emocional.

4. Gestión emocional y comunicación abierta: Los adolescentes necesitan un espacio seguro para expresar sus emociones sin miedo al juicio. Validar sus sentimientos y enseñarles herramientas de regulación emocional, como la respiración consciente o el mindfulness, les ayuda a manejar el estrés y la frustración.

5. Vínculo y presencia real: En un mundo dominado por la virtualidad, la presencia genuina de los padres es más valiosa que nunca. Más allá de consejos y reglas, es fundamental demostrar un interés real en su mundo, sus pasiones y sus preocupaciones.

Un llamado a la acción

Criar adolescentes en el siglo XXI exige paciencia, conocimiento y un cambio de paradigma. En lugar de ver la adolescencia como un problema, debemos entenderla como una etapa llena de oportunidades. Como madre y psiquiatra, veo en mi hijo y en sus amigos la esperanza de una generación más consciente, pero también la urgencia de guiarlos con herramientas prácticas y un enfoque integrativo que les permita desarrollarse plenamente.

Nuestros adolescentes necesitan adultos presentes, informados y dispuestos a evolucionar junto a ellos. La pregunta es: ¿estamos listos para acompañarlos en este viaje?

Me encantaría conocer tus dudas o experiencias relacionadas con este tema. Sigamos dialogando; puedes escribirme a dra.carmen.amezcua@gmail.com o contactarme en Instagram en @dra.carmenamezcua. ¡Hasta la próxima!

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Carmen Amezcua es consultora, conferencista y experta en psiquiatría integrativa. Tiene mas de 17 años de experiencia, dentro de la industria farmacéutica y de la salud.

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