Buscar
Opinión

Lectura 4:00 min

La amenaza sigue, la unidad es clave

Trump mantiene su visión proteccionista; México responde con unidad y claridad para proteger su estabilidad económica y evitar concesiones ante presiones arancelarias.

L a pausa decretada hoy por Trump no significa que la amenaza haya desaparecido. Su equipo sigue convencido de que los aranceles pueden fortalecer la industria estadounidense y mejorar las finanzas públicas de EU. No es un farol ni una simple herramienta de presión: es una visión de política económica que ellos consideran viable..

En su círculo cercano, figuras como Robert Lighthizer y Peter Navarro han sostenido por años que imponer tarifas a las importaciones aumentará la producción doméstica, traerá de regreso empleos manufactureros y generará ingresos para el fisco estadounidense. Desde México sabemos que esto es una falacia: los aranceles no solo encarecen los bienes para los consumidores y empresas de EU, sino que también pueden desincentivar la inversión y frenar el crecimiento económico en ambos países.

Sin embargo, lo relevante no es lo que nosotros pensamos, sino lo que ellos creen y están dispuestos a hacer en la mesa de negociación. Trump ya lo ha demostrado antes: en 2018 y 2019 utilizó amenazas similares para obtener concesiones comerciales y migratorias. Ahora, con un equipo aún más convencido del proteccionismo como estrategia, no podemos esperar que simplemente desistan.

Ante este escenario, la respuesta de México ha sido la correcta: unidad y claridad. Como han señalado la presidenta Sheinbaum y el secretario Ebrard, la clave es mantener la cabeza fría. No ha sido fácil, pero hasta ahora lo hemos logrado. México ha respondido con firmeza, sin caer en provocaciones ni cometer errores estratégicos que nos debiliten en la negociación.

México ha tomado el camino correcto: mantener la calma, evitar reacciones precipitadas y actuar con claridad. La amenaza es real, pero responder con vacilación solo debilitaría nuestra posición. Más allá de los números de exportación, lo que está en juego es el empleo, la inversión y la estabilidad de una estructura productiva que vincula a ambos países. La cohesión ha sido clave hasta ahora. México ha demostrado que su respuesta es institucional, con un gobierno que entiende la magnitud del desafío y un sector privado que no ha caído en alarmismos. Esa solidez debe sostenerse en los próximos meses.

Esa unidad y esa claridad son las que impedirán que Trump use la incertidumbre como un arma de negociación contra nosotros. La historia nos ha demostrado que cuando México enfrenta amenazas externas con división interna, el costo es alto. No podemos caer en la trampa de la fragmentación política mientras la mayor economía del mundo intenta torcer nuestra soberanía económica.

El llamado a la unidad no significa unanimidad ni dejar de lado debates internos, pero sí entender que en esta coyuntura hay algo más grande en juego: defender nuestra estabilidad económica y nuestra relación comercial sin someternos a imposiciones unilaterales.

Por eso, acompañar a la presidenta en el Zócalo es un acto de defensa nacional. No es solo una cuestión de respaldo político, sino un mensaje claro hacia afuera: México enfrenta esta amenaza con cohesión, con liderazgo y con una estrategia clara. Trump y su equipo deben ver que México no se va a dividir ni a ceder fácilmente. La mejor forma de proteger nuestra economía es mostrando unidad en casa.

La pausa decretada hoy por Trump es solo eso: una pausa. La amenaza persiste y la negociación sigue abierta. Frente a esa realidad, la unidad es nuestra mejor herramienta.

Licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), cuenta con una Maestría en Política y Gestión Pública por la Universidad de Essex, Reino Unido y un Doctorado en Administración y Gerencia Pública por la Universidad de York

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí
tracking reference image

Noticias Recomendadas

Suscríbete