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Aranceles. Si no es mañana, será en abril
¡Nuestra visión de largo plazo para el futuro económico del país vence mañana!
Suena exagerado, pero si mañana 1 de febrero el gobierno de Donald Trump decide que siempre sí va a utilizar el arma comercial de los aranceles a las importaciones mexicanas como forma de presión por temas migratorios y de narcotráfico, las expectativas económico-financieras cambiarían por completo.
Si como se espera, mañana Trump perdona, pero amenaza, a México para que coopere más en el control fronterizo de personas y drogas, de cualquier forma, hay otra fecha fatal en materia de aplicación de tarifas comerciales que está en puerta.
Hay un cambio estructural en marcha en Estados Unidos sobre su forma de relacionarse comercialmente con el mundo. El modelo Trump busca un giro de beneficiar al consumidor a dar ventajas a sus productores locales.
La experiencia acumulada indica que afectar la escala del comercio global resulta contraproducente para una economía, pero conocemos a los populistas autoritarios que viven en su mundo de los otros datos.
Entonces, por lo que sabemos, hasta hoy la administración de Donald Trump tiene buenos canales de comunicación con el gobierno de Claudia Sheinbaum y tienen una muy buena impresión de Omar García Harfuch como responsable de los temas de seguridad interna en México y eso le compra tiempo al gobierno mexicano hasta que haya que evaluar los resultados.
Sin embargo, el anuncio que hace Howard Lutnick, virtual secretario de Comercio estadounidense, de que en abril inicia la revisión del tema arancelario, es parte de ese cambio estructural en puerta.
Aun en un enfoque proteccionista sería más sensato pensar en un modelo regional que en aislarse a través de aplicar aranceles indiscriminadamente a las importaciones, pero ese sentido común se tomó un cuatrienio sabático en Estados Unidos.
Así que, en lo que a México concierne, debemos considerar que en abril inician los escarceos de la renegociación del acuerdo comercial de América del Norte, el T-MEC.
¿Bajo qué reglas? Están escritas y contempladas en el propio acuerdo vigente, incluyen una revisión, que no una renegociación, para el 2026, pero seguramente Trump querrá que sea bajo su visión obstinada de reshoring.
El Presidente debería leer bien los datos de su economía antes de que explote por los supuestos malos resultados al cierre del 2024.
Puede argumentar que hay una desaceleración y que tan solo crecieron 2.3% anualizado al cierre del cuarto trimestre del año pasado, cuando la expectativa era 2.6 por ciento.
Pero si le pone atención a los datos del consumo interno, verá que hay un robusto crecimiento de 4.3% que se explica, en buena medida, por la disponibilidad de bienes, muchos de ellos importados, accesibles gracias al libre comercio.
Entonces, estamos en las últimas horas de este largo, agotador y estresante primer mes del 2025. Esperamos a que mañana no haya un anuncio de aplicación de aranceles de castigo por temas ajenos al comercio y así empezar la primera semana hábil de febrero con una tregua.
Sólo eso, una tregua, en lo que llega la siguiente ocurrencia o en lo que empieza abril y el proceso real de iniciar con la aplicación de aranceles a las importaciones.