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Autogol femenil de Morena
Sorprendido como casi nunca quedé al ver que diputadas y diputados de Morena y del PRI —¡juntos!— alrededor de Cuauhtémoc Blanco, lo animaban con el grito de ¡no estás solo! ¡No estás solo! Con un entusiasmo digno de los mejores goles que el exfutbolista hiciera. ¡No es posible! —exclamé dentro de mí— priistas y morenistas juntos. ¡No, Dios! Luego lo pensé mejor y deduje: el pragmatismo del PRI lo lleva a abrazar las causas más extravagantes por discutibles o perniciosas que sean con tal de sacar provecho para su partido, en este caso, apoya a la fracción machista de Morena para que en caso de llegar el asunto del desafuero de Alejandro Moreno, Alito, dirigente tricolor, apelar a la correspondencia del apoyo partidista.
Pero mi sorpresa no fue por la acción del PRI, de este partido no me sorprende nada. Mi asombro e incredulidad fue generado por las que con mayor entusiasmo gritaban, las morenistas. Ciento cuatro de ellas votaron a favor del exfutbolista, acompañadas de 20 compañeritas del Partido Verde Oportunista y 2 del Partido del Trabajo. Ellas fueron las que se desgañitaron con el ya mencionado grito como si el “Cuau”, en lugar de haber logrado la improcedencia de la solicitud de desafuero en su contra, acusado por la Fiscalía de Morelos de presunta violación en grado de tentativa, hubiese ganado para México el Mundial.
Pensándolo bien, sí, Cuauhtémoc Blanco, apoyado por guindas y tricolores, hizo que México sea campeón del Mundo… en impunidad. Esto en el mes de la mujer, en un país gobernado por una mujer que forma parte del mismo partido que aportó 104 votos femeninos para hacer la mayoría necesaria y exonerar al exalcalde de Cuernavaca y exgobernador de Morelos, de la denuncia del presunto abuso sexual de su media hermana, como si éste fuera una pieza política de gran valía para el Movimiento del Segundo Piso de la 4T.
El pasado 20 de marzo, la Sección Instructora de la Cámara, al frente de la cual se encuentra el morenista Hugo Eric Flores, desechó la solicitud de desafuero contra el diputado Blanco con el argumento que la carpeta de investigación presentada por la Fiscalía de Morelos carece de averiguación técnica y profesional.
Sin embargo, tomando en cuenta que la Cámara de Diputados está formada por 251 mujeres —la mitad más uno de la membresía— era de suponerse que se impusiera, más allá de las ideas partidistas, la sororidad y la solidaridad femenina para devolver el caso a la Sección Instructora. No fue así. Únicamente 24 diputadas del partido del gobierno tuvieron los arrestos para salirse del rebaño y votaron en contra del acuerdo, hubo 12 abstenciones morenistas.
Antes del pleno las huestes del oficialismo tuvieron una reunión, donde el coordinador de la bancada, Ricardo Monreal, les pidió a sus diputadas y diputados un debate civilizado y les recordó: “no somos un grupo de sueltos”.
Ya en el terreno de los hechos el debate fue desaseado, mediante una artimaña entre el presidente de la Cámara, Sergio Gutiérrez Luna de Morena y la diputada Belinda Quiroz, la misma que en la Sección Instructora había votado para desechar el desafuero, en la última intervención de la sesión, para que nadie pudiera hacer la réplica, invitó al cuestionado a la tribuna. Éste, que cuando menos debería de haberse excusado, argumentó su inocencia y dijo que “con mucho gusto estaría dispuesto a ir a la fiscalía” pero con fuero. Ahí la emecista, Ivonne Ortega, llegó hasta el “orador” para decirle en su cara: “Si estás seguro de tu inocencia, ¡pide licencia y enfrenta la justicia!” Entonces fue que las diputadas morenistas y sus aliadas priistas terminaron la sesión con la consigna: ¡no estás solo! ¡No estás solo!
Punto final
Hay quien dice que el “Cuau” se equivocó de deporte. En lugar de jugar futbol debió de jugar basketbol, porque en el basket hay violación.