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Ceguera política de la oposición
Durante mi vida política nunca había visto una oposición más alejada de la realidad que vive el país como la actual. Parece haber dos realidades, la que dicen los números y la que dice la gente. Si vemos el crecimiento económico durante el sexenio de López Obrador, o las cifras de violencia, o las estadistas de salud o educación, no se puede entender el apoyo de la gente al expresidente o a la actual presidenta, sin embargo, el apoyo es real como se manifestó en la elección de junio pasado. La razón es muy evidente, la gente vive mejor, sea por el aumento al salario mínimo, los programas sociales o las remesas, pero la gente vive mejor y está satisfecha con el gobierno. La oposición y los críticos se equivocan al criticar todo, sin reconocer, lo que es más esencial, la gente vive mejor. A la gente le importan un comino los organismos autónomos, o las cifras económicas macro, las cifras en seguridad o si Pemex gana o pierde dinero, agradece que haya más presencia en seguridad por la Guardia Nacional, agradece el aumento al salario, los programas sociales, las becas a sus hijos y que no aumente la gasolina. La cifras macro están bien para los analistas y comentaristas. no para la gente, y los políticos de oposición no entienden esto. Con el discurso actual de la oposición, de negar todo y no reconocer y proponer nada, Morena y su disque 4ta transformación, se van a quedar por muchos años en el gobierno. Creo como muchos que está es la peor oposición que ha tenido el país en los últimos años, repite lo que dicen los analistas y comentaristas políticos y no tiene un discurso propio para convencer a la gente para que vote por un cambio. Solo dos ejemplos, la reforma de pensiones y el Infonavit, en ambas el objetivo es apoyar a la gente con su jubilación y vivienda, la oposición se ha dedicado a cuestionarlas, cuando el objetivo es beneficiar a la agente. La gente no va a votar por un cambio si no hay una propuesta que les permita vivir mejor, sabe que regresar al pasado neoliberal sería un suicidio. Como demuestran diferentes encuestas, la gente prefiere un gobierno que dé resultados aunque no sea muy democrático, por lo que el discurso de que vamos a una dictadura, además de ser falso, no asusta a nadie, salvo a los teólogos de la democracia. Llegó el momento en que los partidos y los políticos de oposición dejen de lado el discurso de los intelectuales y comentaristas de los medios de comunicación que no proponen nada y tenga un discurso político y propuestas para le gente. Si queremos explicarnos el triunfo aplastante de Claudia Sheinbaum y Morena en las elecciones de junio pasado, la explicación es muy sencilla, la gente está contenta con el gobierno y no quiere un cambio. La oposición no tuvo, ni tiene propuesta. Los dirigentes de los partidos de oposición pueden ser buenos operadores políticos al interior de sus partidos, pero están muy lejos de ser lideres de opinión a nivel nacional. Está bien que surjan nuevos partidos, pero dudo que sea la solución para ganarle a Morena, si no tienen una nueva propuesta que convenza a la gente. La oposición política y los analistas y comentaristas están resentidos con el gobierno y ciegos ante la realidad que vive la gente y mientras esto siga, Morena y el gobierno, estarán tranquilos de seguir arrasando en las elecciones.