Claudia Sheinbaum: el plan

La relación de México con sus dos principales socios comerciales en el mundo: Estados Unidos y Canadá, registra uno de los momentos de mayor tensión desde que se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el primero de enero de 1994. 

El tema que está provocando la tirantez no es la Reforma Judicial recientemente aprobada.

Tampoco es la aprobación en curso de la extinción de los órganos autónomos.

La rigidez en las relaciones entre los tres países, no la está provocando la contrarreforma energética, ni la prohibición al maíz transgénico.

Ni siquiera es la creciente producción y exportación de drogas, señalada y acusada por EU.

Tampoco el flujo migratorio que cruza el territorio nacional para llegar a EU.

Aunque todos y cada uno de estos temas, son focos rojos, y no pueden descartarse como puntos de incertidumbre y tensión, en particular con Estados Unidos.

El tema que está poniendo en riesgo la relación comercial de México con EU y Canadá, es China.

China, es el declarado enemigo comercial de Estados Unidos.

En el año 2018, como presidente entonces de EU, Donald Trump inició la guerra industrial y comercial contra China,

Decidió imponer aranceles por 50 mil millones de dólares a productos chinos por presuntas “prácticas desleales de comercio”, robo de propiedad intelectual y una transferencia forzada de tecnología americana a China.

Con el slogan Make America Great Again (Haz a los Estados Unidos grande otra vez) el presidente de EU, en su primer mandato, impulsó una creciente política proteccionista y se pronunció por reducir el déficit comercial de EU y promover la manufactura en su país.

Trump volverá a ser, a partir del próximo 20 de enero, presidente EU y a juzgar por sus discursos y los nombramientos del equipo que lo acompañará en su gobierno, viene “recargado” y mucho más concentrado en cumplir sus promesas electorales.

Durante su campaña hizo falsas acusaciones de que las automotrices chinas están construyendo enormes plantas en México y prometió imponer aranceles del 200% a cualquier vehículo que salga de esas fábricas y sea enviado a EU.

En la contienda electoral, el objetivo en el discurso de Trump relacionado con México, fueron los autos eléctricos chinos y la potencial y supuesta pérdida de empleos en EU.

Más recientemente, ha escalado la acusación, contra México.

Desde Canadá se escucharon las voces, del primer ministro de Ontario, Doug Ford y luego de la primera ministra de Alberta, Danielle Smith acusando a México de no igualar los aranceles que aplican EU y Canadá a las importaciones chinas.

Ambos se pronunciaron por la expulsión de México del T-MEC.

Posteriormente vino la declaración del Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, luego del encuentro que tuvo con la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum.

Trudeau dijo que “a Canadá le gustaría mantener el acuerdo comercial de Norteamérica, pero depende de las decisiones que tome México. Garantizaremos los empleos y el crecimiento de Canadá a largo plazo. Lo ideal sería que lo hagamos con un mercado de Norteamérica unido, pero, en espera de las decisiones y elecciones que México haya tomado, es posible que tengamos que considerar otras opciones”.

En EU y Canadá, han dicho que China está utilizando a México como puerta trasera para entrar esos países.

El gobierno de México, hasta hace algunos días, públicamente mantenía una posición de confianza en que podía aportar información que desmiente las acusaciones de sus contrapartes.

La explicación contable, parecía y sin duda, es muy endeble.

Pero el viernes pasado, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum reveló que su gobierno tiene un plan.

México planea sustituir importaciones de China y producirlas en el país.

Se trata de un plan regional norteamericano que fue expuesto al presidente Joe Biden, informó el pasado viernes (22 de noviembre), la Jefa del Ejecutivo.

En la misma conferencia, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, informó que el desbalance entre México y China es de 80,000 millones de dólares.

Sheinbaum destacó que el Plan lo elaboran el secretario de Hacienda y el titular de Economía, Marcelo Ebrard.

La estrategia de México, de buscar empresas de EU, Canadá y Europa que fabriquen en México y le permitan sustituir importaciones de China, suena mucho más convincente que el mensaje inicial de persuadir a través de una explicación contable a nuestros principales socios comerciales.

La vía para eliminar la percepción de adversarios que tienen sobre México, los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, es a través del fortalecimiento del bloque regional norteamericano.

Adicionalmente, México tendrá que revisar aquéllos temas que provocan rispidez en las relaciones en materia energética, migratoria y de seguridad.

Al tiempo.