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Commodities agrícolas y comercio en la pausa antes de la tormenta

La decisión del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump de imponer aranceles para generar un avance en su agenda, podría derivar en un reacomodo de subsidios que podría afectar el precio de los granos.

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OpiniónEl Economista

Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Mucho gusto en saludarte. cerramos el 2024, y con ello te deseo  felices fiestas, nos veremos en el 2025. Un año que sin duda cambiara el orden de lo presente. La conducción de la Casa Blanca a partir del 20 de enero dará desde ese momento cero una serie de ordenes ejecutivas con influencia globa, desde comercio, diplomacia y acomodos geopolíticos. El candidato Trump, no será atenuado por el presidente Trump, así que prepara para al menos lo previamente dicho y más.

Para los commodities agrícolas me parece que será crucial el juego combinado de aranceles a cambio del fortalecimiento estratégico de la agenda Trump. Las “guerras” comerciales y el intercambio punitivo de aranceles con el mundo podría derivar en un reacomodo interno de subsidios que mucho podrían alterar el orden de lo fundamental para varios Commodities agrícolas. Permíteme citar un ejemplo.

Los biocombustibles serán altamente sensibles a los intercambios arancelarios, por ejemplo, Canadá es uno de los más grandes importadores de etanol de los EE. UU., si la amenaza presente se hace realidad y se gesta un intercambio reciproco de 25% de aranceles, la exportación de etanol podría ser alterada, y este seria un espacio relativamente limitado, pues el impacto mayor estaría sin duda en la soya, que como sabes tiene una etiqueta amplia de subsidios.

Hacer biodiesel no es barato y si la política energética de la administración Trump hace real el lema de “drill baby drill” el petróleo podría bajar de precio por incrementos productivos y un espacio limitado de crecimiento económico en el mundo. Lo anterior forzaría a redoblar la ayuda para hacer el biocombustible a base de aceites vegetales domésticos rentable, en un momento donde el gasto publico ya es oneroso y parece haber poca tolerancia para agendas verdes que es sabido no son la preferencia de la administración Trump. A la complejidad de lo anterior, no podemos descartar que se implementen aranceles casi prohibitivos a la importación de UCO (Used Cooking Oil, o aceite de desperdicio), que proviene mayormente de China y es muy dominante para la elaboración de bio combustibles.

En el pasado vimos como China respondió incrementando aranceles a la importación de productos agrícolas, los países atacados con aranceles buscaron estratégicamente atacar zonas de presión interna lastimando cadenas de suministro que tuviesen una opinión dominante en el congreso para con ello buscar desde dentro la persuasión a no seguir con tal política. Lo anterior parece muy correcto en la teoría, pero en la práctica, hay aranceles que se le pusieron a China que nunca fueron eliminados, ni siquiera la administración Biden los elimino llegando su turno con lo cual, la respuesta en esta ocasión podría recargarse en otras áreas pues como sabemos el campo norteamericano esta muy alineado a la política Trump., sabiendo y entendiendo que producto del cobro de aranceles recibirán subsidios a cambio para compensar el impacto económico. Sobre lo anterior, sin saber el tiempo de implementación, lo que podría resultar es una intención de siembra desacoplada de la realidad fundamental. Y si tenemos que citar un ejemplo presente, diremos que Sudamérica apunta a tener un ciclo agrícola muy potente, y de ello podríamos ver récords productivos de soya. El productor norteamericano deberá entonces reducir la intención de siembra de soya y buscar apoyo en algunos otros cultivos. Sin embargo, si el intercambio arancelario con China deriva es que China responda castigando a la soya como lo hizo ya en el pasado con aranceles, el gobierno repondrá con subsidios, pero para cobrarlos habrá que sembrar soya, y el efecto será hacer mas de lo que sobra.

No tenemos dudas de que el primer semestre del 2025 será de pronóstico reservado, los norteamericanos tendrán el mayor contenido de maíz exportable, Ucrania se le ve desprendido de comercializar, y a modo alternativo, hasta que lleguen los cultivos tardíos de Sudamérica, serán los norteamericanos los que dominen la agenda comercial, haciendo caprichoso el abasto que en los números será evidentemente existente, pero erráticamente disponible.

¿La volatilidad ante lo desconocido será brutal sin lugar a duda, estas en buenas manos?

aochoa@rjobrien.com

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