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Opinión

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Compra consolidada: prueba de fuego

Con retraso adicional, está por realizarse una prueba de fuego para el gobierno de Claudia Sheinbaum en la compra y distribución de medicamentos en México. 

A dos meses de que tomó posesión como Jefa del Ejecutivo, el nuevo gobierno pondrá a prueba su modelo de adquisición y entrega de medicamentos.

El nuevo modelo se estrenará, con una gravosa deuda, heredada por el gobierno saliente, con las empresas farmacéuticas por 2,900 millones de pesos y la incertidumbre de los agentes económicos respecto del pago y el largo y sinuoso camino de cobranza, que están recorriendo.

Con todo y el peso que representa esa deuda, los laboratorios han mostrado disposición y están participando en la compra consolidada de medicamentos para el periodo 2025-2026.

El gobierno de Sheinbaum a destiempo y con un retraso adicional de último momento, está por comenzar a operar un nuevo modelo (en el sexenio lopezobradorista probaron con al menos cinco distintas versiones y todas fallaron) para la compra y distribución de medicamentos en México.

En el sexenio pasado, aunque la retórica oficial siempre lo negó, los múltiples modelos de compra y el abasto de medicamentos, representaron uno de los mayores fracasos en la historia, en la gestión del sistema de salud nacional.

El sobrecosto en la compra y el desabasto, marcaron la fallida ruta de “ocurrencias” que incluyeron el anuncio de la creación de una distribuidora gubernamental de medicamentos y la compra de un enorme almacén para operar una megafarmacia.

Con el gobierno de Sheinbaum, se diseñó y está por comenzar a ejecutarse un modelo basado en tecnología digital y con la intención de una mejor coordinación sectorial.

En este nuevo modelo, es la Secretaría de Salud, encabezada por David Kershenobich Stalnikowitz, con el propósito de que esa dependencia sea la rectora del sector salud.

La misión –ya veremos si imposible o posible– la encabeza directamente el subsecretario de Salud, Eduardo Clark García Dobarganes, experto en procesos de digitalización, eficientización y de operación logística, de acuerdo con la descripción que hizo de él, durante su presentación, la Jefa del Ejecutivo.

La licitación que viene, representa la mayor compra consolidada de medicamentos e insumos de la historia.

Prevé un volúmen de 5 mil millones de piezas destinadas a garantizar el abasto pleno en los próximos dos años.

Hasta ahora, parece que las cosas marchan bien.

De acuerdo con la información oficial y de los propios laboratorios, las mesas de negociación con 27 empresas farmacéuticas nacionales e internacionales han permitido adjudicar el 53% del costo total de la licitación, equivalente a 135 mil 000 millones de pesos.

En virtud de estas negociaciones, el gobierno ha logrado ahorros significativos por 23 mil 500 millones de pesos, lo que representa una reducción del 17% respecto al costo original.

El anuncio de los ganadores de las licitaciones, originalmente programado para el 11 de diciembre, se aplazó al 26 de diciembre, lo que ajustará los tiempos de entrega.

Según lo señalado, las primeras piezas de medicamentos estarán disponibles hasta marzo de 2025.

El retraso en la compra consolidada de medicamentos –explicaron las autoridades– se debió a un cambio estratégico para abrir el proceso a una licitación internacional 100% abierta.

La modificación normativa y los ajustes administrativos necesarios para implementar este esquema ocasionaron un leve retraso en los tiempos originalmente planeados. Eduardo Clark explicó que el nuevo modelo de adquisición de medicamentos en las instituciones de salud se basa en los siguientes puntos: 1.- Máxima transparencia y participación para promover la competencia nacional e internacional. 2.- Evaluación costo-beneficio. 3.- Optimización y digitalización en puntos de entrega. 4.- Definición clara y consensuada de fechas y volúmenes de entrega según las necesidades reales. 5.- Planeación de compras bianuales para obtener mejores precios. 6.- Monitoreo y penalizaciones más estrictas a los incumplimientos de proveedores.

Hasta ahí lo que oficialmente disponen y proyectan.

Obviamente no prevén penalizaciones por retrasos o falta de pagos para el gobierno, cuando, frente al enorme adeudo que tiene con laboratorios farmacéuticos, sería justo y equitativo plantear.

Estos últimos por su parte, confían en que se respeten las etapas de licitación establecidas en la Ley de Adquisiciones porque eso daría mayor certeza jurídica a la industria.

Y tienen claro que la coordinación entre el IMSS-Bienestar, las Secretaría de Salud y Birmex representa un desafío.

Por lo pronto, el nuevo modelo de compras de medicamentos representa un cambio estructural en la estrategia de adquisición, lejos de las “ocurrencias” del pasado reciente.

En consecuencia, el nuevo modelo de compras de medicamentos, tiene el beneficio de la duda. Habrá que ver cómo plantean el tema de la distribución y logística. Al tiempo.

Periodista desde 1975, ha trabajado ininterrumpidamente en periódicos, revistas, radio, televisión e internet. En los últimos 31 años se ha especializado en negocios, finanzas y economía. Es uno de los tres conductores del programa Fórmula Financiera, que se transmite por Grupo Fórmula.

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