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No se confíe
Hoy en día hay 10% de impuestos a todas las importaciones, 25% a los automóviles, 25% al acero y aluminio y el muro arancelario (parcial) contra China. Desde luego que el cambio de contexto está en marcha

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Tres días de mercados tranquilos no significan nada si partimos de las causas de la turbulencia de inicios de abril. Se trata de una postura política. Tal postura carente de reflexión, profundidad y titubeante ha creado un cambio importante en la percepción.
La afirmación que todos hacemos es que hay un cambio en el orden económico mundial; asimismo, todos preguntan ¿cómo será la transición? Por ahora nada tranquila ¿Qué le hace pensar que el episodio ha terminado?
El presidente Trump y los funcionarios que lo rodean han demostrado su decisión de cambiar las cosas en el terreno comercial. Sacudieron a los mercados hace dos semanas con la imposición de aranceles, bajo una fórmula simple y absurda, a casi todos los países con que comercian.
Las bolsas cayeron fuertemente, la aversión al riesgo se propagó.
Luego vino la tregua; primero con la declaración de un período de gracia de 90 días para “negociar” con Estados Unidos.
Mientras tanto, el único país no beneficiado por esta benevolente actitud, China, recibió una elevación de las tarifas a sus productos de 125 por ciento.
Los mercados se recuperaron con fuerza, pero en dos días volvieron a perder su vigor.
China anunció la imposición de impuestos a bienes importados de Estados Unidos también en 125%, Estados Unidos aumento su cifra a 145%, luego finalmente reculó en algunos sectores como bienes electrónicos, computadores y teléfonos celulares.
Ayer amanecimos con la amenaza de tarifas al jitomate mexicano.
La “tregua” norteamericana no es un “siempre no”. No hay un cambio en la visión, ni siquiera la idea de no tratar de reducir su déficit comercial de manera acelerada.
Hoy en día hay 10% de impuestos a todas las importaciones, 25% a la importación de automóviles, 25% a las importaciones de acero y aluminio y el muro arancelario (parcial) contra China. NO, desde luego que el cambio de contexto está en marcha.
Las reacciones en los mercados tienen algunas directrices claras: Las bolsas tienden a ajustarse, las tasas de interés también; en ambos casos se descuenta un escenario de menor crecimiento; el dólar tiene una clara trayectoria de debilitamiento y las expectativas de inflación se han elevado, aunque los resultados reportados siguen apuntando una baja.
La realidad es que lo que suceda en las variables reales de la economía sigue siendo una incógnita. La mayor es la afectación al crecimiento, se prevé por todos lados, pero hasta ahora el desastre solo se refleja en información proveniente de encuestas que tratan de captar el sentimiento de los agentes en cuanto al desempeño de la industria, del sector de servicios, del consumo, etc.
Falta ver que los datos “duros” comiencen a reflejar también el estancamiento que hasta ahora solo se ve en el ánimo de los agentes, lo más probable es que así suceda; con dicha información sería más fácil construir el escenario de bajo crecimiento que descuentan los mercados. Falta también ver cómo se van a reflejar las dichosas tarifas en las cifras de inflación, otra incógnita. Lo más probable es que la inflación se estanque en niveles altos, lejos del objetivo de la Fed.
Con la confirmación de un menor crecimiento y la cautela de la Fed para reducir las tasas de interés las bolsas enfrentan un entorno muy adverso. Si por un lado los datos duros de crecimiento no aparecen, la Fed no actuará y la expectativa de cuatro reducciones a la tasa de referencia que descuentan los futuros de la tasa de fondos federales no se realizará y ahí podría haber pérdidas en los títulos de deuda.
Si por el contrario el crecimiento desciende de manera fuerte, la expectativa de crecimiento de utilidades tendría que ser menor y las bolsas tendrían poca justificación para recuperar una tasa de retorno aceptable.
Y dentro de 90 días de nuevo el tema de las tarifas. No, no se confíe, los mercados tendrán mucha dificultad para recuperar los retornos que exhibieron el último trimestre del 2024 y los primeros quince días de este.
El contexto ha cambiado y su característica es que existe un mayor nivel de riesgo y por ende mayor volatilidad.
*Rodolfo Campuzano Meza es director general de INVEX Operadora de Fondos de Inversión.