Lectura 5:00 min
¿Cómo descubrir lo que realmente es importante para ti? (Parte 2 de 2)
Las finanzas personales no son sobre el dinero. Son sobre los objetivos. Desafortunadamente muchas personas no establecen metas claras y en muchos casos las dejan de lado por otras cosas que les distraen, al menos en el corto plazo.
Alguna vez conté en este espacio sobre mi hermano. Cuando empezó a trabajar, le encantaba organizar fiestas con sus amigos. Le pregunté si ya estaba ahorrando para el retiro y me dijo simplemente que ganaba poco y no le alcanzaba. Añadió que para mí era muy fácil decirlo, porque yo ganaba bien, mientras que él vivía al día. Pero sí le alcanzaba para hacer fiestas.
En ese momento, él no veía el ahorro para el retiro como una prioridad. Era más importante hacer fiestas y disfrutar de los amigos. Muchos años después, se dio cuenta que hubiera sido mucho mejor haber empezado antes (todavía no conozco a nadie que no se haya arrepentido de eso).
¿Por qué sucede eso? Porque la gente no tiene claro qué es lo realmente importante. Y no, no es el ahorro para el retiro. Esa es sólo una meta.
En realidad, establecer objetivos (como el ahorro para el retiro) es inútil si no sientes una conexión emocional con ellos. Si no te sientes completamente motivado para querer alcanzarlos y ponerlos como una prioridad. Puedes pensar que es bueno hacerlo, puedes incluso entender que es importante hacerlo, pero a menos que hayas llegado a un punto en el que ese objetivo parezca vital para tu existencia futura, no va a suceder. Seguramente vas a abandonarlo porque “necesitas” cambiar la pantalla de tu casa por una más moderna y con mejor resolución.
Entonces ¿qué es lo realmente importante para ti? No hay respuesta correcta o incorrecta. Te corresponde a ti y sólo a ti descubrirlo. En la primera parte ya mencioné lo que es importante para mi, lo que puede servir de ejemplo.
Hace tiempo conocí a una persona que soñaba con ser un escritor relevante. Hablaba constantemente de ello y en sus ratos libres, se ponía a escribir. Pero también tenía a su esposa embarazada y a un hijo pequeño en casa. Me dijo que su sueño tendría que esperar un poco, porque requeriría un nivel de compromiso que no podía darle en ese momento. Él se dio cuenta que su familia era más importante para él y por lo tanto, se mantenía con ella, porque eso lo motivaba profundamente día a día.
¿Significa que abandonó su sueño? No, no necesariamente. En lugar de eso, encontró otras maneras de canalizar esa pasión. Seguía leyendo y además se puso a dar talleres, los sábados, de creación literaria. Tiene planes de hacer un curso en línea sobre eso.
Hace muchos años empecé a escribir mi blog Planea tus Finanzas. Inicialmente era un lugar donde respondía preguntas frecuentes que recibía de lectores de El Economista: las respuestas ayudarían a otras personas. Después, el concepto evolucionó. Escribía ahí dos o tres veces a la semana (además de mis columnas) como parte de mi pasión por ayudar a otras personas difundiendo cultura financiera de calidad, que hace tanta falta en nuestro país.
Sin embargo, hace algunos años, tuve que poner mi blog en pausa. Sucedieron cosas en mi vida, especialmente con mi familia, que demandaron toda mi atención. Mi blog era algo muy importante para mí (parte de una pasión que disfruto mucho), pero en ese momento había cosas más importantes. Tuve que elegir.
Cuando piensas en lo que es importante para ti, piensa también en tus valores. Esos principios que son parte de ti, de tu educación y que rigen tu actuar. Que te dan un sentido de lo que está bien y de lo que está mal. Los valores, aunque no lo parezca, son los que le dan propósito a tu vida e influyen en tus decisiones y acciones de muchas maneras, aunque no te des cuenta. Por ejemplo: la honestidad, la integridad, la libertad, la responsabilidad, entre muchos otros. Escribe quién eres, quién quieres ser. Visualiza qué significa una vida plena para ti, una vida con riqueza (no necesariamente financiera). Escribe también cuál es tu misión en la vida y por qué. ¿Qué te apasiona? ¿Qué te mueve? ¿Qué te motiva profundamente? ¿Qué cosas te alejarían de tus pasiones y de tus sueños, porque son aún más importantes para ti que alcanzarlos?
Todo esto te ayuda a descubrir qué es lo más importante para ti. Es un ejercicio que hay que hacer constantemente (yo recomiendo, al menos una vez al año) porque la vida cambia y las prioridades evolucionan.
Tener claridad en esto es lo que te ayuda a establecer metas y objetivos de vida que realmente sean relevantes y que verdaderamente quieras alcanzar, por estar alineados profundamente con tus valores. Parte de estos objetivos, sin duda, serán financieros (como salir de deudas, establecer un fondo para emergencias, comprar un seguro de vida que proteja a tu familia o ahorrar para el retiro).