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Opinión

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La desinformación decidió las elecciones en Estados Unidos

Los datos de las encuestas muestran que los partidarios de Donald Trump estaban profundamente mal informados sobre la mayoría de los temas definitorios de la campaña. Solo si esto es atribuible a malos actores que explotan un ecosistema de información roto, en lugar de a una mayoría electoral que elige estar mal informada, podrá haber esperanza de una política más saludable en Estados Unidos.

US election day, Diverse people at voting booth at US election station with American flag in background. Diverse people in line to vote at US election day. Vote for American democracy.

US election day, Diverse people at voting booth at US election station with American flag in background. Diverse people in line to vote at US election day. Vote for American democracy.Rawpixel.com

BERKELEY. Tres días después de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos este año, mi amigo Dean Baker del Centro de Investigación Económica y Política tuiteó: “Odio dejar sin trabajo a muchos expertos muy bien remunerados, pero miren este pu** gráfico”. La imagen que acompañaba su tuit era una infografía de Ipsos titulada: “Opiniones desinformadas sobre inmigración, delincuencia y economía tienen que ver con la elección electoral”. 

En una encuesta de Reuters/Ipsos, realizada a comienzos de octubre, los potenciales votantes que sabían o suponían que la delincuencia violenta no estaba ni cerca de los máximos históricos se decantaron por Kamala Harris por un margen de 65 puntos porcentuales, mientas que quienes estaban mal informados se decantaron por Donald Trump por un margen de 26 puntos. De la misma manera, entre quienes entendían que la inflación había caído en los últimos 12 meses, Harris llevaba una ventaja de 53 puntos, mientras que Trump subía 19 puntos entre los desinformados. Entre quienes sabían que el mercado de valores estaba en máximos históricos, Harris subía 20 puntos, y entre quienes sabían que los cruces en la frontera sur habían mermado, Harris subía 59 puntos.

¿Cómo se entiende todo esto? ¿Los votantes de Trump expresan creencias erróneas sobre las tasas de crímenes violentos, la tasa de inflación, el mercado de valores y los cruces fronterizos porque son votantes de Trump, o son votantes de Trump porque verdaderamente creen estas falsedades y temen de verdad por el futuro de su país? Si es esto último, hay que preguntarles cómo es que llegaron a tener esas falsas creencias. Y una vez que entendamos eso, necesitamos descifrar qué hacer con un ecosistema de información que engañó a millones de personas y convirtió a nuestra política en un espectáculo payasesco.

Llegados a este punto, aparecerán los que quieren desinformar y gritarán: “¡Pero hubo muchos cruces fronterizos! ¡Hubo una ola de crímenes violentos!” (No importa que comenzara en el gobierno de Trump). “¡La inflación era alta!” (En realidad, fue moderada: la tasa anual máxima fue del 9% en el año que terminó en junio de 2022, pero del 3% en el año que terminó en junio de 2023, y del 24% en el año que terminó en septiembre de 2024). “De acuerdo, pero la gente se confunde cuando le hacen preguntas sobre cuestiones económicas complejas. ¡Lo que realmente querían decir era que los precios habían aumentado y no habían bajado!” (Como si la deflación fuera a ayudar a alguien).

Por supuesto, la misma gente se callará sobre el mercado de valores, porque todo el mundo sabe que está en máximos históricos, o cerca de ellos. Los índices bursátiles es lo que tienen en cuenta los medios tradicionales a la hora de reportar sobre la economía. Las noticias sobre nuevos máximos históricos son frecuentes y omnipresentes.

Esa misma gente también se callará si se indaga sobre sus creencias. Admito que quizá la gente no sepa lo rápido que han cambiado las cosas o no conozca la diferencia entre inflación alta y precios más altos. Pero todo el mundo sabe que siempre se puede enfocar una cámara para encontrar algunos ejemplos de casi cualquier cosa en el mundo, dependiendo de lo que se busque. Al mismo tiempo, la mayoría de los estadounidenses que echan un vistazo a sus propios vecindarios o controlan sus cuentas de retiro sabrán que a ellos y a sus amigos y colegas del mundo real les está yendo muy bien. Sus 401(k) han subido mucho, y ningún haitiano está cocinando gatos en la parrilla.

Esto nos lleva de nuevo a la pregunta de si la gente está mal informada porque quiere. Si Trump les pregunta a sus seguidores si van a creerle a él o a sus ojos mentirosos, ¿lo elegirán? ¿O estamos ante la obra de unos malos actores que han dedicado un esfuerzo considerable a generar este estado de situación?

Si la respuesta es que más de la mitad del electorado quiere estar desinformado, Estados Unidos –y, por cierto, la civilización humana– está en serios problemas. Esto implicaría que lo que realmente quieren decenas de millones de estadounidenses es luz verde para odiar a sus conciudadanos. Pero si estamos frente a la obra de malos actores cínicos, eso al menos nos da cierta esperanza para el futuro. Significaría que el grueso de los partidarios de Trump son personas de buen corazón y bienintencionadas a las que les preocupa que el país esté en la dirección equivocada, aun si a ellos les va bien. Votaron por Trump más por amor que por odio.

En ese caso, la tarea para los estadounidenes que quieren una política más saludable y una sociedad mejor es clara. Sin embargo, y desafortunadamente para los demócratas, es una tarea que deben llevar adelante los republicanos. En nuestro maltrecho ecosistema de información, nada de lo que digan los demócratas será creído por quienes necesitan oírlo. Los republicanos patrióticos y bien intencionados necesitan mirarse a sí mismos y adoptar el proyecto que el vizconde Sherbrooke articuló tras la ampliación del derecho a voto de 1867 en Gran Bretaña: Nosotros –o, mejor dicho, ustedes– debemos educar a nuestros amos.

El autor J. Bradford DeLong, exsecretario adjunto del Tesoro de Estados Unidos, es profesor de Economía en la Universidad de California, Berkeley, y autor de Slouching Towards Utopia: An Economic History of the Twentieth Century.

Copyright: Project Syndicate, 2024 

www.project-syndicate.org

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