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Opinión

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La educación empieza en casa y es responsabilidad de todos

En anteriores artículos hemos hablado mucho sobre la importancia de dotar a las escuelas y maestros de herramientas, pero es importante resaltar que la educación no es un proceso exclusivo de las escuelas. Si bien los maestros y los programas educativos juegan un rol crucial, la formación integral de los niños requiere del apoyo activo y comprometido de los padres. Las habilidades que necesitamos en la vida, como el pensamiento crítico, el trabajo en equipo, la creatividad y la capacidad de resolver problemas, no pueden limitarse a las paredes de un aula. Se forjan en los hogares, en el día a día, y los padres tienen un papel central en ello.

En las escuelas, existe una creciente necesidad de programas que involucren a los padres en el proceso educativo de sus hijos. Un ejemplo inspirador es el modelo del Plantel Azteca, donde se implementa el programa "Habilidades para la Vida" a través de psicólogos en las escuelas. Este programa no solo está dirigido a los alumnos, sino también a los padres y maestros, ya que reconoce que las habilidades blandas son imposibles de enseñar de manera efectiva si la familia no se involucra.

Si queremos que nuestros hijos desarrollen pensamiento crítico, debemos preguntarnos ¿cuánto fomentamos en casa que ellos cuestionen lo que les rodea? No se trata de promover la rebeldía sin sentido, sino de cultivar un ambiente donde se valore el cuestionamiento y la reflexión. Si deseamos que nuestros hijos trabajen en equipo, es vital que en casa existan oportunidades para colaborar y respetar las diferencias de opinión.

Un claro ejemplo del valor de la educación en el hogar se puede observar en Finlandia, donde los hogares son un espacio activo de aprendizaje. Los niños crecen rodeados de libros y periódicos, observando a sus padres como modelos a seguir en el hábito de la lectura. Aproximadamente el 80% de las familias en Finlandia visitan regularmente bibliotecas, lo que refuerza su conexión con el conocimiento. Además, según datos de Finland Education Hub y Estadísticas de Finlandia, cerca del 70% de los padres asisten a conferencias escolares, manteniendo una colaboración constante con los maestros para apoyar el desarrollo educativo de sus hijos.

El deporte también juega un papel importante, no solo en términos de salud física, sino como un medio para enseñar disciplina, constancia y trabajo en equipo. Sin embargo, si no fomentamos la cultura del deporte en el hogar, es poco probable que los niños adopten hábitos saludables a largo plazo.

Y finalmente, la capacidad de resolver problemas, que es una de las habilidades más valiosas para la vida, no se puede desarrollar si como padres siempre estamos solucionando todo por ellos. Si queremos que nuestros hijos sean independientes y capaces de enfrentar desafíos por sí solos, debemos permitirles enfrentar las consecuencias de sus acciones y aprender de ellas.

Es por eso que proponemos que las escuelas implementen programas específicos como la "Escuela para Padres", con lecturas y capacitaciones gratuitas que les ayuden a entender mejor las distintas etapas del desarrollo de sus hijos, desde la niñez hasta la adolescencia. Un trabajo conjunto entre padres, maestros no solo mejoraría el aprendizaje en las aulas, sino que fortalecería la educación emocional y social de los niños en casa.

Como padres, tenemos la responsabilidad de formar no sólo estudiantes, sino personas con las herramientas necesarias para enfrentar la vida.

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Director General de Fundación Azteca de Grupo Salinas

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