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eSIM: empoderamiento del consumidor
Desde la aparición comercial a nivel mundial en 2016 de la eSIM (Embedded SIM, en inglés), se ha erigido como una disrupción silenciosa, pero poderosa en el mercado de telecomunicaciones.
A diferencia de las tradicionales tarjetas físicas, la eSIM es un componente digital integrado en el dispositivo que permite almacenar múltiples perfiles de operadores y alternar entre ellos sin necesidad de cambiar físicamente un chip.
Su llegada a México en 2019 fue discreta, pero hoy ha tomado impulso, al impactar la forma en que los usuarios se conectan a las redes móviles y también la vía de contratación y elección de operador.
Acelerada adopción de eSIM. Al cierre de 2024, 7.3% o 9.5 millones de las líneas móviles en México, de un total de 151.8 millones, ya navegan vía eSIM.
Esta cifra de adopción es notable, puesto que solo 12.9% de los usuarios la conocen y más de la mitad ya la adoptó, mientras que 18.3% manifiesta interés en hacerlo próximamente.
Ello es indicativo de que si bien se encuentra en una fase de adopción temprana, ha emprendido una trayectoria de acelerada expansión, al habilitar marcados beneficios tanto para consumidores como para operadores.
Usuario, empoderamiento y facilidad de contratación. Una de las grandes ventajas de eSIM es su capacidad para empoderar al usuario.
En un mercado como el mexicano, con elevadas barreras para cambiar de operador, la eSIM ofrece una alternativa ágil, sencilla y flexible. Ya no es necesario acudir a un centro de atención para solicitar un chip físico ni enfrentar procesos insufribles para portar una línea. Ahora, todo puede hacerse de forma remota, rápida y libre de barreras.
Su creciente adopción tiene implicaciones importantes para la competencia entre operadores, al reducir costos y esfuerzos asociados a la elección y cambio de operador, tal que los usuarios pueden comparar con mayor libertad precios, coberturas y planes de datos.
En última instancia, la eSIM fomenta un mercado más equilibrado, competitivo y con mejor experiencia para el usuario.
Un solo dispositivo, múltiples operadores. Otro aspecto clave de eSIM es su capacidad para hospedar varias líneas en un solo dispositivo, incluso de diferentes operadores.
En México, se ha restringido durante años el acceso a teléfonos con doble SIM física, una práctica que limita la libertad de elección del consumidor. Sin embargo, la eSIM diluye esta barrera, ya que cualquier usuario con un equipo compatible puede elegir tener, por ejemplo, una línea principal con un operador nacional y otra con tarifas competitivas para datos o cobertura internacional.
Este beneficio es especialmente útil para quienes viajan frecuentemente o requieren cobertura en distintas regiones. La posibilidad de activar líneas temporales en el extranjero, sin necesidad de cambiar físicamente la SIM, representa un ahorro y una comodidad inigualables.
¿Futuro del eSIM en México? El crecimiento de la eSIM en México dependerá de tres factores clave: mayor disponibilidad de dispositivos compatibles, campañas informativas que difundan sus ventajas y un incremento en la oferta por parte de los operadores.
En este sentido, los Operadores Móviles Virtuales (OMV), que en su mayoría carecen de infraestructura física para la contratación de servicios, tienen una gran oportunidad aquí para expandir su alcance y captar nuevos usuarios.
Las proyecciones son alentadoras: para finales de 2025, se espera que 21 millones de líneas móviles operen con eSIM en el país. Este avance podría significar un punto de inflexión en el mercado mexicano de telecomunicaciones, en el que los usuarios finalmente tendrán el control total sobre cómo, con qué operador y a qué costo se conectan.
La eSIM no es solo una innovación tecnológica. Es, especialmente, una herramienta de empoderamiento que facilita al usuario la experiencia de contratación y elección de operador móvil. De ahí, la relevancia de impulsar su adopción y diseminación de sus beneficios en México.