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España no merece el desdén de Sheinbaum
Sin diplomacia, pero con elevadas e incomprensibles sobredosis de dogmatismo, el equipo de la presidenta electa Claudia Sheinbaum no invitó a los reyes de España a su toma de posesión, y para colocar un acento en la descortesía de la presidenta electa, fue la propia Casa Real la que reveló el acto.
“El Gobierno de España rechaza la exclusión de S.M. el Rey de la toma de posesión de la presidenta electa de México y comunica que no enviará a ningún representante”.
La estela que deja el paso del presidente López Obrador en materia de política exterior oscila entre el conflicto y el desinterés por el mundo. Su diplomacia fue dogmática y no de Estado.
El mundo para AMLO lo midió hace algunos días la nueva dirigente de Morena Luisa María Alcalde al decir que Claudia Sheinbaum será la “mejor presidenta del mundo” y su organismo político será el “mejor partido del mundo”.
El mensaje es claro, más allá de México no hay mundo.
No recuerdo que una carta escrita por la esposa de algún presidente mexicano haya generado un conflicto diplomático con España. Lo hizo Beatriz Gutiérrez Müller apoyada por su esposo, el presidente López Obrador.
Exigir el perdón de España a los pueblos originarios que se asentaban hace 500 años en lo que hoy conocemos como México, requiere de un trabajo diplomático profesional. Esto nunca ocurrió durante el Gobierno del presidente López Obrador.
La presidenta electa manda una mala señal a España y, sobre todo, confirma que su política exterior será dogmática y no de Estado.
AMLO tuvo más acercamientos con Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero que con el presidente Pedro Sánchez. Fueron Iglesias y Monedero los que le aplaudieron al presidente mexicano por haber enviado la carta del perdón. Ambos son fundadores del partido Podemos, hoy en decadencia en España.
Juan Carlos Monedero insistía que el mejor candidato para sustituir a AMLO era el entonces secretario de Gobernación Adán Augusto López. Curiosamente, Monedero lo asesoraba.
La decisión de Claudia Sheinbaum demuestra que los grados de libertad respecto a AMLO son mínimos. A todas luces la relación con España no ha sido valorada en su totalidad por la presidenta electa.
España ha sido muy paciente en sobrellevar la “pausa” que le impuso AMLO a la relación. “Pausa” en lo político, porque en múltiples temas es cada vez más estrecha.
Con la descortesía de Sheinbaum, pone en riesgo la firma del Acuerdo Global con la Unión Europea. Si la Moncloa no lo autoriza, México se quedaría sin la renovación del Acuerdo Global.
Una victoria más de la doctrina frente a la diplomacia de Estado.
México no está para continuar con la política exterior etnocéntrica de AMLO. El peligro está servido en la mesa: actuar pensando que México es el mundo.
@faustopretelin