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Qué esperar del 2025
“Si alineas las expectativas con la realidad, nunca te decepcionarás”.
Terrell Owens. Ex receptor abierto de la NFL.
Este 2025 presenta en términos económicos y financieros una perspectiva para el mundo, que simultáneamente pareciera tener ciertos indicios de estabilidad, pero con fenómenos muy específicos –tanto mundiales como regionales– que pueden provocar o continuar los factores de incertidumbre y volatilidad que han estado presentes en la última década.
De acuerdo con la OCDE, 2025 tendrá un crecimiento mundial cercano a 3.3%, ligeramente superior al del 2024; pero la mayor parte de los países tendrán crecimientos inferiores a ese nivel.
Ese crecimiento mundial está básicamente relacionado con tasas mayores de crecimiento que se esperan en India, Indonesia y China, que por su tamaño y población tienen un peso relevante sobre el crecimiento mundial.
El 2025 muestra un claro camino de reducción de la tasa de inflación a nivel mundial en la mayoría de las principales economías desarrolladas y emergentes. Ello como resultado de que la política monetaria continúa en muchos casos en niveles restrictivos, aun cuando ya se ha iniciado una nueva trayectoria de tasas, por lo que probablemente se mantengan todavía en niveles elevados en buena parte del 2025.
De acuerdo con la organización, la inflación núcleo (subyacente en el caso de México) de las economías, está ya dentro o cerca de los niveles objetivos de los bancos centrales; así ocurre en la mitad de las economías avanzadas del mundo y en aproximadamente 60% de las economías emergentes.
En cuanto al empleo, si bien éste ha moderado su tasa de crecimiento en la mayoría de las economías mundiales, todavía la tasa de desempleo permanece baja en términos históricos.
Por distintas razones, muchos países presentan crecimientos y fortaleza de los salarios que, ante una reducción de la tasa de crecimiento de la inflación, han favorecido la capacidad adquisitiva de los hogares. La causa de este proceso varía de país a país.
En algunos casos, todavía se resienten los efectos de inyecciones de liquidez durante la pandemia, en otros, como México, el crecimiento de los salarios mínimos por decreto durante varios años consecutivos, ha provocado un efecto muy importante de apreciación del salario real de los hogares.
Para México, es muy importante la diferencia en perspectiva de crecimiento que presenta su principal socio comercial, que es Estados Unidos, que se proyecta será cercano a 3% en este año, en particular respecto de otras regiones en que será mucho más reducida, como en Europa o la economía de Japón; que, por distintas razones, siendo la de transición demográfica una de las más importantes, la perspectiva de crecimiento es limitada.
A nivel global, de acuerdo con los reportes de la OCDE, los retos más significativos están relacionados, con las tensiones geopolíticas, persistentes o las nuevas que han surgido recientemente, tanto en Ucrania, como en el Medio Oriente y la amenaza latente de otros conflictos como el potencial entre China y Taiwán.
También el hecho de que se mantengan altos niveles de endeudamiento en los gobiernos de muchas economías, tanto desarrolladas como emergentes, genera una presión importante sobre la estructura de gasto de los gobiernos. Este tema en particular es un reto fundamental para nuestro país, que tiene un compromiso sumamente complejo de alcanzar en cuanto a reducción del déficit para el 2025.
La OCDE también señala como un reto fundamental para casi todos los países, pero en particular para algunas economías emergentes como México, el incremento de la productividad laboral.
Se establece como un reto fundamental para alcanzar ese incremento, el fortalecimiento de las capacidades educativas y el desarrollo de habilidades para los nuevos trabajadores que se incorporan en el mercado laboral; pero también para aquellos que ya forman parte de sectores que necesariamente estarán sujetos de transformaciones tecnológicas importantes en la siguiente década.