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Estanflación repentina
En esta semana conoceremos la tendencia del Ingreso y Gasto personal en donde, además de mostrar el dato preferido por las autoridades de medición de la inflación, pudiera también corroborar la hipótesis de una desaceleración.

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Mientras continúa el impacto de la nueva postura de Estados Unidos en el ambiente geopolítico global, más concentrado en Europa en los últimos días, en la economía de su propio país los más recientes sucesos han despertado nuevos temores entre los inversionistas, no necesariamente los que se preveían para el inicio de su gobierno.
La información más fresca habla de un importante freno en el crecimiento en la economía. El índice de indicadores adelantados de enero disminuyó 0.3% m/m (-0.1% ant.).
Por su parte, el reporte de los índices PMI preliminares de febrero, publicados el viernes, arrojaron una alerta sobre la economía estadounidense. El indicador, muy seguido en otras economías, ha comenzado a llamar la atención en Estados Unidos.
El reporte señaló un deterioro de los servicios porque los gerentes de compras reportan una fuerte incertidumbre por las medidas tomadas por Trump. La encuesta que indicaba un sólido crecimiento económico superior al 2% a finales del año pasado, para febrero señala una vacilación del crecimiento anualizado del Producto Interno Bruto (PIB) a sólo el 0.6 por ciento.
Por su parte, la construcción de casas y la venta de las existentes cayeron de manera significativa, mientras las aplicaciones por hipotecas también descendieron, aunque en menor magnitud.
La gota que derramó el vaso fue la encuesta de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, publicada el pasado viernes, que resultó muy negativa. Su principal indicador, disminuyó por segundo mes consecutivo y mostró la mayor magnitud desde la secuela de aumentos en la inflación hace un año, la caída fue generalizada en todos los estratos de consumidores en que se divide la encuesta.
La sugerencia de que la economía está frenándose más rápido de lo esperado (cuando la mayoría de las expectativas no consideraba ni siquiera un freno al inicio del año) ha tenido un efecto contundente en los mercados.
El índice Standard & Poors 500 en Estados Unidos ha descendido 3.1% desde su máximo registrado el 20 de febrero, los últimos tres días hasta el martes pasado registraron descensos importantes. Por su parte el índice Nasdaq ha descendido en el mismo período 5 por ciento.
En los mercados de deuda, las tasas han descendido. La tasa del bono del Tesoro a 10 años bajó a un nivel de 4.29% al cierre del martes, después de haber alcanzado un máximo de 4.80% a mediados de enero.
Por su parte, la tasa implícita de los futuros de fondos federales que determina la Reserva Federal ha vuelto a descontar dos bajas por parte de la autoridad monetaria en este año, cuando hace 10 días había pronósticos señalando que no habría cambios en dicha tasa en todo el 2025.
La desaceleración no es mala mientras la inflación se mantiene muy por encima de los objetivos. La menor actividad y el consumo más flojo son importantes para reducir la escalada de precios. Sin embargo, al interior de la información los participantes en las encuestas, tanto en el sector productivo como entre los consumidores, se detecta el sólido común denominador de miedo a los efectos de las tarifas comerciales, ya sea por un incremento de costos, como por un aumento de precios en la canasta de bienes que compran las familias, en especial los de carácter duradero.
En esta semana conoceremos la tendencia del Ingreso y Gasto personal en donde, además de mostrar el dato preferido por las autoridades de medición de la inflación, pudiera también corroborar la hipótesis de una desaceleración.
Los inversionistas a nivel global comienzan a reflejar el miedo de que un escenario de estanflación (menor crecimiento, mayor desempleo y precios altos) se aparezca, algo que constituiría una primer muy temprana sorpresa sobre las expectativas que se plantearon al inicio del año en donde el entusiasmo de las políticas de impulso del nuevo presidente eran la premisa principal.
La agresividad del presidente para recortar gastos a través de la agencia DOGE encabezada por Elon Musk puede enfrentar una resistencia fuerte si los mercados extienden su reacción en concordancia con lo que han hecho en días recientes.
*Rodolfo Campuzano Meza es director general de INVEX Operadora de Fondos de Inversión.