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¿Final del libre comercio?
El "Día de la Liberación" como Donald Trump bautizó el 2 de abril de 2025, cuando anunció una serie de aranceles recíprocos dirigidos a países que, según él, han explotado económicamente a Estados Unidos.
Este día marcó el inicio de una política comercial más agresiva, con aranceles que buscan igualar las barreras comerciales impuestas por otras naciones. Trump lo describió como un momento histórico para "nivelar el campo de juego" y proteger a los trabajadores estadounidenses.
Los aranceles impuestos por Donald Trump han sido un tema central en su política económica, marcando un cambio significativo hacia el proteccionismo comercial.
Aunque pareciera que México libro los dardos envenenados uno de los sectores más afectados fue el automotriz, con un arancel del 25% a vehículos importados que no cumplieran con las reglas del T-MEC.
Esto llevó a que empresas como BMW y Volkswagen buscaran alternativas para exportar desde México y evitar estos gravámenes. Además, los aranceles a productos chinos, que alcanzaron hasta un 34%, intensificaron la guerra comercial entre ambas naciones.
En cuanto al primer efecto de las medidas y contramedidas de las acciones proteccionistas de América del norte, este domingo el superpeso roza los 21 pesos, cifra que no se había visto en los últimos años.
Aunque Trump defendió estas políticas como un impulso para la economía nacional, los críticos señalaron que los consumidores estadounidenses terminaron pagando precios más altos debido a los aranceles.
Los aranceles de Trump reflejan una estrategia económica que prioriza la producción nacional, pero no sin costos significativos para el comercio internacional y los consumidores.
Los aranceles impuestos por Trump no representan el fin del comercio internacional, pero sí han generado tensiones significativas y cambios en las dinámicas globales.
Estas medidas proteccionistas buscan priorizar la producción nacional, pero han provocado respuestas recíprocas de otros países, como China, que ha implementado aranceles similares. Esto ha llevado a un aumento en los costos de bienes y a una mayor incertidumbre en los mercados internacionales.
El comercio internacional es un sistema complejo y resiliente. A pesar de las barreras, las economías globales tienden a adaptarse mediante la diversificación de mercados, la búsqueda de acuerdos bilaterales y la innovación en cadenas de suministro.
Querido lector, aunque estas políticas pueden ralentizar el comercio en el corto plazo, es poco probable que lo detengan por completo. Hasta la próxima.