Lectura 5:00 min
El futuro: ¿utopía o distopía?
¿A qué se parecerá el futuro? ¿Será como en la película Cuando el destino nos alcance (Soylent Green, 1973)? Un planeta sobrepoblado, con multitudes hacinadas, falta de alimentos, galletas hechas de cadáveres de seres humanos; un planeta gobernado por élites que lo tienen todo. ¿O será como en Star Trek? Un planeta con personas felices que logran sus propósitos, sin falta de alimentos y pocos delitos.
Hasta ahora me temo que la realidad se parece más a una distopía que a otra cosa. Tal vez la gran diferencia con 1973 es que se ha cambiado la idea de una sobrepoblación catastrófica. Datos del Banco Mundial de 2023 señalaban que el 57% de los ocho mil millones de personas en el planeta viven en 10 países: India (1,428 millones), China (1,410), Estados Unidos (334), Indonesia (277), Pakistán (240), Nigeria (223), Brasil (216), Bangladesh (172), Rusia (143) y México (128).
Sin embargo, muchos países ya tienen tasas de crecimiento poblacional negativas. Cito algunos: Japón, Grecia, Corea del Sur, Rusia, China, Italia, entre muchos otros. Un estudio del Instituto de Métricas y Evaluación de Salud de la Universidad de Washington señala que para 2050 tres cuartas partes (155) de los países del mundo (204) tendrán tasas de fertilidad tan bajas que podrían desaparecer. De continuar esta tendencia, nos enfrentaríamos a una extinción “suave”, es decir, no por hecho violentos sean catástrofes naturales o provocados por nosotros mismos.
Puede ser que no contemos con esa suerte. Bill Gates, quien ahora parece el más razonable de los multimillonarios de la tecnología, ve peligros más inmediatos, más allá de la amenaza de una guerra nuclear. En una reciente entrevista, Gates añadió otros riesgos: cambio climático, bioterrorismo, pandemias e inteligencia artificial (IA). El creador de Microsoft no está solo, a principios de la década pasada Stephen Hawking también alertaba sobre los peligros que entrañaban el cambio climático y el desarrollo sin control de la IA.
El hecho de que Estados Unidos y Argentina abandonen el Acuerdo de París y que argumenten que es parte de la “cultura woke” o un fraude, puede marcar un precedente para otros países. En el caso del primero es más grave porque nuestro vecino del norte es una de las naciones que más contamina.
De igual forma, alarma que Estados Unidos abandone la OMS y haya nombrado a un conocido antivacunas como Robert F. Kennedy JR en la secretaría de Salud. Este hombre no tiene ninguna formación científica y ha propagado teorías de conspiración acerca de las vacunas contra el Covid-19. Esto debilitará a la OMS y la ayuda que presta a nivel internacional ya que Estados Unidos es el país que más aporta al fondo de esa institución.
Por otro lado, la irrupción de la startup china de inteligencia artificial DeepSeek, no solo tuvo el efecto de tirar las bolsas de valores alrededor del mundo, sino que sirvió de acicate para que otras empresas de tecnología incrementen sus presupuestos en la materia. El mismo Elon Musk aseguró que su IA, Grok-3, es “aterradoramente inteligente” y que sería integrada a los robots Optimus y los cohetes Starship.
Es posible que esta elección de palabras, “aterradoramente inteligente”, sea la correcta. En mayo de 2023 un grupo de expertos, entre los que están los máximos responsables de OpenAI, Sam Altman, y Google Deepmind, Demis Hassabis, llamó a "Mitigar el riesgo de extinción a manos de la IA…junto con otros peligros a escala social, como las pandemias y la guerra nuclear" (declaración publicada en la página de internet del Centro para la Seguridad de la IA). Este comunicado ha sido apoyado por personas cercanas al desarrollo de la IA, es decir que han visto de cerca su potencial.
Esta posición también ha recibido el apoyo del doctor Geoffrey Hinton (Premio Turing 2018 y Premio Nobel 2024), al que se le considera el padrino de la IA, quien ha dicho que no tenemos idea de lo que estamos haciendo y que en un futuro relativamente corto "por primera vez en la historia, podríamos tener cosas más inteligentes que nosotros". Este grupo de expertos ha llamado a tratar el desarrollo de la IA sujeto a un acuerdo internacional, similar al de energía atómica o las bioarmas, es decir, no están llamando a no desarrollarla, lo que quieren es que se haga bajo ciertos parámetros. Por supuesto, algunos países han planteado el tema, pero no hay nada en concreto y tal vez sea tarde porque las empresas quieren dividendos de su inversión en IA.
¿Todo esto se trata de una humorada de la ciencia ficción o de la “cultura woke”? No, por cierto. Simplemente, el futuro ya está aquí.