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Hecho en México. Un compromiso de Humanismo Mexicano
Amar a México es reconocer lo que tiene, lo que nos da y lo que somos como país. Contamos con un vasto y diverso territorio que en su historia teje una rica cultura, hermosas tradiciones y una inquebrantable capacidad de resiliencia. No obstante, a lo largo de los años, hemos sido testigos de una tendencia preocupante, el malinchismo y la discriminación hacia lo que es nuestro, hacia lo “Hecho en México”.
Esta actitud no solo socava nuestra identidad nacional, sino que también limita el potencial de florecimiento en lo humano, el cuidado ambiental y el desarrollo económico. Negar lo que hacemos bien y lo bello que somos es un sabotaje a nuestro autoconcepto mexicano. Este autosabotaje se proyecta, negativamente, en el corazón y espíritu de nuestras empresas y productos y debiera ser lo contrario, sentir el orgullo en su máxima expresión. Hoy, después de lo acontecido en el contexto de la relación bilateral con nuestro país vecino del norte, urge un replanteamiento de postura, conducta y acción; es primordial despertar nuestro sentido común, nuestra sensibilidad nacionalista y nuestra fortaleza mexicana.
El Humanismo Mexicano nos invita a dignificar nuestras raíces, tradiciones y forma de integrarnos como comunidad. No se trata sólo de consumir productos hechos en México, sino de reconocer la incidencia positiva social que tienen nuestras decisiones económicas, ambientales y políticas. Al fortalecer nuestra industria nacional, el consumo interno y el desarrollo de una economía solidaria, tejemos redes de prosperidad distributiva que alcanzan a todas y todos, desde quienes producen hasta quienes consumen. Esta es la forma para reconstruir el tejido social mexicano.
El nuevo logotipo “Hecho en México” es un símbolo de identidad y humanismo
El Gobierno mexicano ha relanzado el emblemático logotipo “Hecho en México”. Este distintivo, creado originalmente en 1978 por el diseñador Omar Arroyo Arriaga, ha sido actualizado para reflejar la modernidad y la calidad de los productos mexicanos, no sólo de forma, sino también de fondo. La Secretaría de Economía ha establecido que este sello podrá ser utilizado por productos que cumplan con altos estándares de calidad, simbolizando la identidad y excelencia de lo nuestro. Este esfuerzo forma parte del Plan México 2024-2030, una estrategia que busca posicionar a nuestro país entre las diez economías más importantes del mundo, promoviendo la producción nacional y el turismo. Sumémonos a las buenas iniciativas y hagamos lo propio en cada espacio, desde cada lugar, en cada familia y empresa podemos hacer cosas extraordinarias para el país y nuestra gente.
Más allá de un símbolo comercial, este logotipo representa la convicción de que lo hecho en México es un reflejo de nuestro talento, creatividad, naturaleza, historia y el genuino compromiso con el bienestar colectivo. Me sumo a esta iniciativa y hago lo propio para dignificarla.
Empresas mexicanas: ejemplos de humanismo económico
Las empresas mexicanas que han trascendido no sólo se distinguen por su calidad e innovación, sino por su incidencia y beneficio en cada persona ciudadana. Son ejemplos de cómo el éxito empresarial puede y debe ir acompañado de responsabilidad con su entorno, promoviendo el desarrollo de las personas, la equidad y la justicia social. A continuación, algunos casos emblemáticos:
1. Grupo Bimbo: Fundada en 1945, se ha consolidado como la panificadora más grande del mundo. Su expansión global ha sido acompañada de un firme compromiso con la sustentabilidad y el bienestar de sus colaboradores. La empresa ha implementado parques eólicos en Oaxaca y Texas, abasteciendo de energía limpia a sus operaciones y reduciendo significativamente su huella de carbono. Su flotilla de vehículos eléctricos, fabricados por su filial Moldex, es la más grande de México, demostrando que la innovación y el cuidado ambiental pueden ir de la mano.
2. Clip: En el ámbito financiero, Clip ha revolucionado la forma en que las pequeñas y medianas empresas acceden a herramientas de pago digital, impulsando la inclusión financiera de sectores históricamente marginados. Su impacto va más allá del comercio: promueve el empoderamiento económico de miles de emprendedoras y emprendedores.
3. Farmacias Similares: Más allá de ofrecer medicamentos genéricos a precios accesibles, ha creado un modelo que subsidia la falta de acceso a atención primaria en salud. Su labor ha aliviado la carga económica de millones de familias mexicanas, asegurando que la salud sea un derecho accesible y no un privilegio.
4. Grupomar: Conocida por su marca de atún Tuny, ha adoptado modelos de producción sostenibles que buscan equilibrar la rentabilidad con la responsabilidad ecológica. En colaboración con Iberdrola México, abastece su planta procesadora en Manzanillo, Colima, con energía renovable, reduciendo significativamente su impacto ambiental y asegurando el acceso a productos saludables para más mexicanos.
5. Verde Compacto: Innovando en la seguridad alimentaria, Verde Compacto ha desarrollado un modelo de agricultura vertical en contenedores marítimos, reduciendo en un 90% el consumo de agua respecto a la agricultura tradicional. Su trabajo responde a la crisis hídrica en México, asegurando que más comunidades tengan acceso a alimentos frescos.
6. Grupo Vitalmex: En el sector salud, es una empresa mediana que tiene presencia en México, Estados Unidos de América y Alemania. Vitalmex ha revolucionado el acceso a la atención médica quirúrgica a través de su modelo de salud articulada, eliminando listas de espera y asegurando que los pacientes sean atendidos con prontitud. Su desarrollo de VITACOR, el primer corazón artificial 100% mexicano, coloca a México en la vanguardia de la biotecnología médica.
7. Fundación LiLo México: Como ejemplo de innovación en el tercer sector, LiLo México es un emprendimiento sin fines de lucro que trabaja en pro de las infancias tempranas en México. Su modelo de atención integral a niños con cardiopatías congénitas ha permitido brindar diagnósticos oportunos, acceso, tratamientos y acompañamiento a familias, asegurando que más niñas y niños tengan una mejor calidad de vida. LiLo México encarna el humanismo en acción: poner la tecnología, los recursos y el conocimiento al servicio de quienes más lo necesitan.
8. Natalia Lafourcade: En la industria musical, la artista mexicana es un ejemplo del poder transformador del arte. Con 18 premios Grammy, es la artista mexicana más galardonada en la historia de estos reconocimientos. Su música ha trascendido fronteras, revitalizando el folclore nacional y promoviendo un sentido de identidad y comunidad. Su trabajo nos recuerda que la cultura también es un motor de desarrollo y un puente para la cohesión social.
El consumo con conciencia nacional. Un compromiso de humanismo mexicano
Ejemplos de lo bien hecho en México abundan, pero su éxito no puede depender solo de quienes los crean. Como ciudadanos/as, debemos asumir nuestra responsabilidad en la construcción de un país más justo y próspero, entendiendo que cada compra de productos mexicanos es un acto de reafirmación de nuestra identidad y de apoyo a nuestras comunidades.
El fortalecimiento de nuestra economía no depende únicamente de las acciones gubernamentales o empresariales; cada uno/a de nosotros/as, como consumidores, desempeñamos un papel crucial. Al elegir productos y servicios “Hecho en México”, no solo apoyamos a nuestras empresas, sino que también fomentamos la creación de empleos, incentivamos la innovación y contribuimos al bienestar de cada compatriota, de sus familias y nuestras comunidades. Es un acto de responsabilidad y orgullo nacional que tiene repercusiones positivas en todos los ámbitos de la sociedad.
Construyamos un México más humano, más próspero y recíproco
El llamado es claro. Defendamos lo nuestro con hechos, no solo con palabras. Desde la elección de nuestros productos hasta la manera en que hablamos de México en nuestras conversaciones diarias, cada acción cuenta. Construyamos juntos un país donde el talento, la creatividad y la reciprocidad igualitaria, sistémica, económica de nuestra gente se reconozca y se valore como merecen.
Lo que hagan otros países es irrelevante. Lo que importa es lo que nosotros/as, como compatriotas comprometidos/as, decidamos hacer. El futuro de México no está escrito en acuerdos comerciales ni en tendencias externas; está en nuestras manos, en nuestra determinación de creer firmemente en lo nuestro y hacerlo crecer.
¡VIVA LO HECHO EN MÉXICO!
Abrazo mexicano en letras.
*El autor es doctorante en Desarrollo Humano, Universidad Motolinía del Pedregal, México; Master en Desarrollo Humano, Universidad Iberoamericana, México; Master ejecutivo en Liderazgo Positivo Estratégico, Instituto de empresa, España.
Correo electrónico: jaime.cervantes@desarrollistahumanocom | https://www.linkedin.com/in/jcervantesc | Instagram: @jaimecervantescovarrubias
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