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Opinión

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La importancia de educarte financieramente

Muchas veces he mencionado en este espacio lo importante que es tener una cultura financiera sólida, ya que no sólo nos ayuda a tomar buenas decisiones de dinero, sino que nos permite evitar errores que podrían resultar desastrosos. 

No mucha gente entiende, por ejemplo, que en inversiones, sobre todo a largo plazo, lo importante es el crecimiento de nuestro dinero en términos reales (arriba de la inflación). Por eso tantas personas compran planes de retiro con ahorro garantizado, pensando que recibirán mucho más de lo que aportaron, cuando en realidad el crecimiento real de sus contribuciones será cercano a cero (o incluso negativo, dependiendo del producto).

Recuerdo bien una anécdota que contó un directivo de una casa de bolsa: recibió a un cliente, recién jubilado, que ahorró religiosamente durante toda su vida laboral. Estaba feliz porque tenía una gran suma de dinero – fruto del ahorro de tantos años. Quería poner una parte en un portafolio de inversión para “vivir de sus rentas”, pero también tenía planes de hacer viajes al extranjero con su esposa.

Cuando el directivo vio el monto, se le partió el corazón. Le tuvo que decir al cliente que no podría realizar ninguno de esos planes. Le hizo las cuentas y le demostró que, lamentablemente, esa “gran” cantidad apenas le alcanzaría para vivir durante los próximos 5 - 6 años, en el mejor de los casos. Esta persona ahorró, pero no supo invertir ese ahorro y eso hizo toda la diferencia. Cuando se dio cuenta, fue demasiado tarde.

Por eso la cultura financiera es tan importante. No se necesita ser matemático o financiero: hoy hay infinidad de herramientas que pueden hacer los cálculos por nosotros. Lo que sí necesitamos es tener muy claros los conceptos fundamentales. Eso hace toda la diferencia.

La persona en este ejemplo hizo casi todo bien. Hizo planes con su esposa. Quería tener un retiro cómodo y aprovechar sus años dorados, después de décadas de trabajo, para hacer finalmente esos viajes juntos que siempre pospusieron, porque estaban priorizando el ahorro. Pero no fue suficiente.

La educación financiera nos da precisamente las herramientas que necesitamos para poder lograr esas cosas que son importantes para nosotros. Los conceptos son universales, las finanzas son personales porque cada uno de nosotros es diferente y quiere cosas distintas.

En algunos casos he hablado de la planeación financiera como el diseño de un viaje por barco: tenemos que tener muy claro de dónde partimos y hacia a dónde queremos llegar. Hay miles de rutas para llegar a nuestro destino: unas más cortas que otras, algunas más largas pero también más divertidas y otras que son peligrosas. Cada persona elige el camino que quiere tomar.

Esa travesía es larga y seguramente habrá que sortear no sólo una, sino varias tormentas. La preparación que tengamos para esos casos hará toda la diferencia. Además, la vida es dinámica y puede ser que a medio camino decidamos cambiar de rumbo o incluso buscar un destino completamente diferente.

Claramente, sin las herramientas adecuadas (saber cómo navegar, cómo virar, qué hacer en caso de una tormenta), si no tenemos claro de dónde partimos y a dónde queremos llegar, lo más probable es que terminemos en cualquier otro lugar (o incluso, que termine en un naufragio).

A veces la gente piensa que los planes financieros son sólo para la gente que tiene dinero y no para la mayoría de los mexicanos, que gana poco y vive al día. Nada más alejado de la realidad: mientras menos dinero, más importante es saber administrarlo bien.

De hecho, un buen salario no es para nada garantía de éxito financiero. La gente muchas veces quiere tener más. Por eso la gente más endeudada no es la más pobre, ni la más rica, sino la clase media: gente que sí gana lo suficiente para vivir dignamente, que puede comprar algunas cosas y experiencias, pero aspira a lograr un estilo de vida que está más allá de sus posibilidades. Las deudas generan mucho estrés, pero sobre todo, quitan libertad.. Mantienen a la gente anclada, mirando hacia atrás, no hacia adelante.

Una buena educación financiera nos sólo nos da herramientas: también nos empodera. Nos da la confianza para tomar decisiones bien informadas, alcanzar una buena relación con el dinero, a evitar el estrés y en última instancia, lograr una vida más plena y satisfactoria, alineada con nuestras prioridades.

Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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