Lectura 3:00 min
Más allá de Infonavit
Urge una política nacional de vivienda. Para nadie es desconocido que existe un déficit de 8 millones de viviendas, sin embargo, la iniciativa de reforma a Infonavit que se propone está lejos de atender dicha necesidad.
Vamos por partes. Infonavit, al mando de Octavio Romero, ex directivo de Pemex, y quien nada más no levantó las finanzas de la paraestatal, no tiene la fortaleza para atender todo lo que se requiere para impulsar, una política de vivienda.
Se debería involucrar autoridades municipales para saber dónde construir, con notarios para regularizar terrenos, alinear proveedores, establecer estrategias con la CFE y empresas de agua, para que los servicios básicos no brillen por su ausencia. Crear créditos para pymes que puedan incorporarse a la vivienda.
No se trata de inventar el hilo negro, sino hacer una planeación adecuada y aprender de los errores del pasado. Establecer una vivienda funcional.
Incluso estrategias para que la vivienda desocupada, pueda ser reutilizable, y las colonias que aún no tienen desarrollo puedan crecer.
No obstante, la propuesta de reforma es regresar a Infonavit a sus orígenes, es decir, que construya casas y sea quien defina la viabilidad del ahorro de los trabajadores, de este apartado equivalente a 5%, lo cual, representa 2.4 billones de pesos, cantidad por demás relevante, si consideramos que hablamos del 8% del PIB.
Habrá quien diga que Infonavit puede con ello, que en 1973 fue una de las razones de ser de este Instituto, apoyando a que las empresas otorgaran vivienda a sus empleados, no obstante, la falta de planeación, estrategia, homologación de reglas, e incluso producción y servicios básicos puso en jaque las finanzas de la misma.
De ahí que la reforma propuesta para Infonavit, y que se espera subir a pleno en este primer periodo de sesiones, que comienza en febrero, pone en entredicho la viabilidad; no sólo del Infonavit, sino de una verdadera política de vivienda.
De nueva cuenta, en dicha iniciativa de reforma, no se establece una política financiera, política monetaria y control de inflación, condiciones que debería establecer el gobierno vía marco jurídico.
No se trata de decir sí o no, a una reforma, sólo por que se necesita. Nadie en su buen juicio puede oponer a que aumente la oferta de vivienda, el gran “pero” es que no hay una real política de vivienda donde se involucre a todo el aparato productivo, tanto de gobierno como privado. Hablamos de dependencias como: Sedatu, Economía, Hacienda, Infonavit, CFE, Conagua, además del gremio de economistas, municipios, abogados, arquitectos, urbanistas, notarios. En fin, hacer de verdad una planeación, y no hacer por hacer, al fin que, ya después se ve cómo se corrige.