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Opinión

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México, las expectativas y los fundamentales

México es una potencia exportadora con una ubicación estratégica para la relocalización industrial. Ofrece estabilidad económica, reservas internacionales, un sistema financiero sólido y bajos niveles de deuda. Además, ha reducido la pobreza con programas sociales y salarios crecientes.

México es un país con una potente capacidad exportadora y de manufactura, ligado a las cadenas globales de valor, con inversiones de empresas de prácticamente todas las economías relevantes del orbe, con la mejor localización posible para aprovechar la relocalización de operaciones de Asia a Norteamérica, capaz de atraer más de 40 millones de turistas al año, con uno de los menores radios de deuda pública con relación al producto de cualquier país emergente, prácticamente sin deudas subnacionales, con una aceptable infraestructura de logística, con un banco central independiente, que cuenta con abundantes reservas internacionales y con un sistema financiero sólido. México ofrece estabilidad y múltiples oportunidades para desarrollar proyectos de inversión rentables. Eso, además de que recientemente logró que millones de personas salieran de la pobreza y otros millones de bajos ingresos incrementaran sus retribuciones, gracias a los programas sociales y al incremento del salario mínimo. Contamos con uno de los mercados de consumo más atractivo del mundo, con bajo desempleo e ingresos crecientes. 

En realidad, la mayoría de los interrogantes sobre el desempeño de la economía mexicana son temporales y en buena medida corresponden a fenómenos que son normales en todos los cambios de gobierno. Nuevos proyectos de inversión pública van a iniciar en los próximos meses, que también van a atraer e incorporar participación privada, otros tienen que ver con detonar sectores, como el de vivienda y el de acompañar y facilitar la inversión privada, especialmente la ligada a la relocalización. Se están por definir nuevas alternativas para permitir la inversión privada en la generación de electricidad, con mesas de diálogo con el sector privado, e inversiones y reformas que van a mejorar los ingresos y el desempeño de Pemex. En el terreno comercial, es evidente que la revisión del tratado comercial con América del Norte llegará a buen puerto, debido al exitoso proceso de integración de ambas economías y a la necesidad estratégica de relocalizar inversión de Asia a Norteamérica. La realidad se va imponer, la verdad es que las grandes empresas de México, Estados Unidos y Canadá son competitivas porque realizan operaciones a lo largo de toda la región.

La estrategia económica del nuevo gobierno contempla políticas que pronto comenzarán a detonar el crecimiento. Se va a promover el mayor contenido nacional de las exportaciones, el seguimiento y reducción de trámites para la inversión, la atracción de proyecto de inversión de alto contenido tecnológico, la generación de infraestructura ligada a proyectos de desarrollo regional, la puesta en operación de nuevos proyectos ferroviarios, carreteros y portuarios, la inversión en infraestructura hídrica que haga posible el mayor desarrollo de la industria y la agroindustria. El próximo año comenzará también un ajuste gradual de déficit público, respaldado por medidas para fiscalizar mejor los flujos de ingreso. Se trata de una economía sólida, con condiciones para retomar pronto el crecimiento.

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Licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), cuenta con una Maestría en Política y Gestión Pública por la Universidad de Essex, Reino Unido y un Doctorado en Administración y Gerencia Pública por la Universidad de York

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