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Nepotismo malo y nepotismo bueno

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OpiniónEl Economista

El gobierno federal actual, la mayoría de los gobiernos estatales, el Congreso de la Unión y el partido MORENA están hechos a la imagen y semejanza de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no de su profeta Claudia Sheinbaum Pardo (CSP). En todo, reflejan las mentiras, las promesas falsas, los fracasos, las componendas y la narrativa del anterior ocupante de Palacio Nacional. Cualquier desviación a Su Palabra puede acarrear un conflicto que, pasado el tiempo, podría convertirse en una escisión o en la formación de una corriente interna, de esas que dicen que no existen en “el movimiento”.

Hablando de las componendas, una de las “habilidades” del Líder Máximo de la Transformación, fue el hacerse de la vista gorda, ceder en cuestiones importantes y defender a brazo partido a cambio de un apoyo total a Su Palabra. Lo consiguió, por supuesto. Caciques, grupos del crimen organizado o cercanos a él, gente del PAN, PRI, MC o PRD vieron en ese puente de plata la oportunidad de salirse con la suya, alcanzando puestos, concesiones o jugosas ganancias. El capitalismo de cuates y las conexiones extralegales tipo PRI que tan bien conocemos en México.

López Obrador pudo exclamar: “ya tengo el poder”, pero Sheinbaum no es He-Man. Es decir, tiene una Presidencia que ha concentrado prácticamente todos los Poderes del Estado, pero los tiene que usar de acuerdo con planes precisos. Tal vez el más importante de ellos es respetar las componendas, no hacer nada que pueda tambalear o mellar los “acuerdos” obradoristas, que es en donde reside el pilar fundamental “del movimiento”.

Es una situación incómoda para la primera mujer presidenta de México. Creo que por esta razón intenta pasar por el Congreso dos reformas constitucionales que le favorecerían a la hora de negociar candidaturas y puestos. Me refiero, claro está, a sus propuestas de no reelección consecutiva y contra el nepotismo. Dichos cambios serán aprobados sin duda, pero mientras que Sheinbaum necesita que apliquen desde el 2027, lo que le daría un mayor peso político a la hora buena, grupos dentro de MORENA, PT y PV no están de acuerdo. Los cacicazgos políticos a los que dio vida y amplios espacios políticos López Obrador se rebelan y lo hacen en forma abierta.

En sus mañaneras de esta semana, Sheinbaum ha tratado de minimizar el golpe, aduciendo tres cosas: 1) que lo importante es que las reformas constitucionales queden aprobadas, aunque sea en 2030; 2) que el Congreso es un Poder independiente y que ella cumplió al mandar las propuestas porque “es lo que quiere el pueblo de México”; y 3) que en nombre de la unidad del Movimiento, del que ella es parte, se vale hacer concesiones.

Al respecto, hay que anotar varias cosas. Primero, para 2030 esos cambios constitucionales le servirán de poco; además, una derrota tan temprana en el sexenio sería una mala señal. Segundo, es risible que la presidenta argumente que el Poder Legislativo es independiente después de lo que hemos visto en estos años en cuanto a reformas y cambios mal hechos, obedeciendo instrucciones de AMLO. Tercero, hay que partir de la base que “el movimiento” sigue siendo López.

La respuesta a las palabras de Sheinbaum fue rápida. Una vez que el Senado aprobó las reformas para el 2030 varios celebraron. La postergación beneficia directamente a Saul Monreal, Félix Salgado Macedonio y Ruth González Silva, aspirantes a las gubernaturas de Zacatecas, Guerrero y San Luis Potosí, respectivamente.

Si la presidenta Sheinbaum asegura que “se va a ver muy mal quien quiera suceder a un familiar” y que el pueblo lo verá mal”, Félix Salgado, Saúl Monreal y Ruth González Silva le voltearon el estribillo y dijeron que “si el pueblo lo pide” serán candidatos. Parece que “el pueblo” tiene muchas caras.

Los caciques también han retado a la presidenta de su partido, Luisa María Alcalde, quien prometió hacer cambios estatutarios para impedir que familiares sucedan en los puestos a hijas, hermanos o esposos. Le contestaron que no es el partido quien decide, sino “el pueblo”.

A las propuestas constitucionales les falta la aprobación de la Cámara de Diputados y la de los congresos estatales. Sheinbaum todavía puede patalear y tratar de imponerse.

Más allá de esa oposición contra las fechas, lo cierto es que, como se puede ver, hay nepotismo malo, como el que representan los Monreal, los Salgado y los Gallardo-González, y hay nepotismo bueno, como el que personifican los Batres, los Godoy, los Alcalde y, desde luego, los López Beltrán.

Combatir el nepotismo, el compadrazgo y el amiguismo es correcto, pero las propuestas se hacen para aplicarse en los bueyes de mi compadre, como dicen en “el pueblo”.

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