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¿Dónde está la oposición?
Es una pregunta que me hacen con frecuencia o la aseveración de que en México ya no hay oposición. Obviamente sigue habiendo oposición, sin embargo, es cierto que después de la elección de 2024 tienen muy poca presencia y las preferencias electorales a su favor han caído en forma importante.
Desde la elección de López Portillo, en que no hubo candidato presidencial que lo enfrentara, la oposición política en nuestro país no había estado tan débil como está ahora. Los niveles de aceptación que tiene la presidenta, Claudia Sheinbaum, han provocado que la oposición pierda parte del apoyo popular que logró en 2024.
Con base en las diferentes encuestas, los tres partidos de oposición que hay en este momento no llegan a 30% de intención de voto. MC aparece como el primer partido de oposición con 11% de intención de voto, le sigue el PRI con 9% y el PAN se va a un tercer lugar con 8 por ciento. Es muy probable que estos porcentajes cambien al alza sobre todo en el caso del PAN y el PRI, sin embargo, las posibilidades de que la oposición unida, algo que se ve poco probable, gane la mayoría en la Cámara de Diputados en 2027 es casi imposible. Si a esto le sumamos que habrá dos o tres nuevos partidos que seguramente le quitarán votos a la oposición, las posibilidades de quitarle a Morena el triunfo en 2027 son nulas.
Todo lo anterior seguramente lo saben los políticos de oposición, sin embargo, es importante analizar el porqué, para definir una estrategia que les permita recuperar espacios en el corto y mediano plazos.
A muchos sorprende que la presidenta, Claudia Sheinbaum, desee mantener viva la imagen de López Obrador. El pasado lunes, al final de la mañanera, presentó un video sobre el desafuero hace 20 años de López Obrador, en el que por más de 5 minutos el expresidente estuvo presente en una mañanera en forma virtual y al final del video, la presidenta sale a cuadro con el discurso de su toma de posesión en el que dijo varias veces que López Obrador era el mejor presidente de la historia de México.
La pregunta que hay que hacerse es, ¿por qué en este momento Claudia Sheinbaum saca la imagen de López Obrador y le recuerda a la gente su lealtad a su jefe político?
Para mí la respuesta es clara, 80% de popularidad que tiene Claudia Sheinbaum se debe en mucho a la popularidad que aún tiene López Obrador. Hay que reconocer que la presidenta ha hecho un buen trabajo en la relación con Donald Trump y con los aumentos de aranceles, también hay que reconocer que, sin ruido y descalificaciones, ha empezado a corregir muchos de los errores y fracasos de López Obrador. Una nueva estrategia en seguridad, en la compra de medicamentos, en la construcción de viviendas, en el problema de los desaparecidos y sobre todo en su diálogo con el sector privado. Todos estos cambios son positivos, pero ninguno de ellos da para que la presidenta, Claudia Sheinbaum, tenga 80% de popularidad, salvo su continuo ensalzamiento de López Obrador,
Si la oposición quiere avanzar, se equivoca enfrentándose a Claudia Sheinbaum, para avanzar tiene que lograr que la gente se dé cuenta del pésimo gobierno que hizo López Obrador en salud, en el abasto de medicinas, en su reforma educativa, en su indiferencia al medio ambiente, en su fracaso en Pemex y sobre todo que dejó una economía en crisis, sin crecimiento del empleo, un país endeudo y un gobierno sin recursos.
La presidenta en su mañanera nos invita a hablar de López Obrador, tomémosle la palabra y hablemos de él para que la gente se dé cuenta de lo mal presidente que fue. Si se cae su imagen, se caerá también 80% de Claudia Sheinbaum.