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La pandemia y el renacer de la salud mental: Reflexiones de la Doctora Cecilia Amador
En una conversación que tuve con la doctora Cecilia Amador, pude conocer de primera mano cómo la pandemia de Covid19 dejó huellas profundas en todos los aspectos de la vida humana, especialmente en la salud mental. Este es un tema que me interesa particularmente, ya que conozco a varias personas que han experimentado ansiedad después del covid. Es importante no olvidarnos que, hasta hoy, sigue siendo una enfermedad que permanece en nuestras vidas.
Durante nuestra charla, la doctora Amador explicó cómo la pandemia trajo consigo una oleada de aislamiento social y miedo, creando un caldo de cultivo perfecto para el desarrollo y agravamiento de trastornos mentales. Por ejemplo, observó que algunos grupos vulnerables, especialmente los adultos mayores, se vieron particularmente afectados al abandonar por completo sus actividades cotidianas debido al miedo y la ansiedad. Esto intensificó patologías preexistentes como la obesidad, la diabetes y la hipertensión, agravadas por la falta de movilidad y la conexión social. Esto me hizo reflexionar sobre la magnitud de lo que hemos enfrentado y cómo las secuelas todavía afectan a muchas personas.
Por otro lado, la doctora señaló un incremento notable en padecimientos como la ansiedad, el insomnio y el trastorno obsesivo-compulsivo. Además, destacó un auge de comportamientos hipocondríacos, impulsados por el miedo al contagio y la incertidumbre constante. En un escenario global de inseguridad sanitaria, muchas personas que ya tenían predisposición a ciertos problemas mentales encontraron un terreno fértil para su desarrollo. Esto es algo que he observado en personas cercanas y que se ha vuelto un tema recurrente en conversaciones sobre salud y bienestar.
Un cambio en la perspectiva de la sanación
La doctora Amador compartió que su enfoque sobre el bienestar mental no solo incluye la ciencia médica, sino también la búsqueda de un equilibrio integral entre la mente, el cuerpo y el espíritu. Aunque la comunidad científica prioriza los tratamientos basados en evidencia, Amador reconoce que los elementos no tradicionales, como el arte, la naturaleza y el ejercicio, tienen un papel crucial en la sanación emocional. Esto me recordó que, aunque los datos y estudios son esenciales, el ser humano es, ante todo, un ente psicosocial donde la armonía entre las distintas esferas de la vida influye profundamente en su bienestar.
La naturaleza como refugio
Según la doctora Amador, la conexión con la naturaleza es esencial para alcanzar un estado de salud mental pleno. Me comentó que “una mente sana en un cuerpo sano permite a las personas desarrollar la sensibilidad necesaria para conectar con la naturaleza y beneficiarse de sus efectos sanadores”. Esto resuena conmigo, ya que he visto cómo una simple caminata al aire libre puede cambiar el estado de ánimo y ofrecer un respiro en medio del estrés cotidiano.
El arte y el movimiento: claves para la resiliencia
Cuando hablamos del arte y el ejercicio, la doctora enfatizó que son herramientas poderosas para reconstruir la autoestima y redefinir la autopercepción tras una crisis. Estas actividades no solo proporcionan placer y satisfacción, sino que también estimulan la liberación de endorfinas, lo que fortalece el sistema inmunológico y reduce el estrés. Como mencionó, “cualquier actividad que produzca felicidad contribuye a superar tanto las crisis mentales como las físicas”. Esto me hizo pensar en la importancia de mantener un estilo de vida activo y creativo como parte de la recuperación y prevención de futuros problemas de salud mental.
Si bien es fundamental seguir la guía de un psicólogo o profesional de la salud, la doctora Amador recomienda complementar los tratamientos con prácticas como la meditación, el yoga y el tai chi. También resaltó la importancia de participar en grupos de autoayuda, ya que pueden ser un recurso valioso para fomentar un entorno de apoyo y motivación. Estas palabras me llevaron a reflexionar sobre lo esencial que es encontrar un equilibrio y adoptar un enfoque holístico para nuestra salud mental.
Finalmente, la pandemia nos recordó la fragilidad de la existencia y nuestra posición ante el mundo. La doctora Amador concluyó que, para salir fortalecidos, es vital abrazar un pensamiento positivo, mantener relaciones interpersonales sanas y buscar actividades que alimenten tanto el cuerpo como el espíritu. Creo que es un mensaje poderoso y relevante, especialmente en estos tiempos en los que seguimos adaptándonos a las nuevas realidades.