Pasivos, no activos, la herencia de AMLO

Este 30 de septiembre de 2024 termina el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador. 

¿Cuál es la herencia económica que le deja a México?

¿Cuál es el legado que deja a su sucesora, la que será la primera Presidenta de México, Claudia Sheinbaum?

López Obrador hereda pasivos más que activos.

En términos económicos, el saldo general del sexenio es negativo.

Registra el más bajo nivel de crecimiento económico sexenal. Apenas 0.8%.

Ni siquiera alcanzará el 1%, la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto. Será el más bajo de los últimos 36 años.

Al cierre del sexenio se estima que el Producto Interno Bruto Per Cápita registrará un retroceso del 1.05%, de acuerdo con cálculos de Banco Base.

El presidente que hizo todo lo que pudo para sepultar al neoliberalismo –aunque aplicó lo fundamental de la ortodoxia neoliberal– resultó reprobado, en materia de crecimiento económico.

Hay que recordar que Andrés Manuel López Obrador como candidato e incluso como presidente prometió una tasa de crecimiento del 4% anual.

Paradójicamente, el gobierno que dijo tener como prioridad a los pobres, deja más pobres a los más pobres del país.

Y al no aumentar el crecimiento ni cambiar la estructura laboral, incrementó la pobreza laboral.

De acuerdo con la organización Acción Ciudadana, hay 5 millones de personas más que carecen de salario suficiente para superar la pobreza; la tasa de desempleo total es de 6.6 millones de personas; la informalidad aumentó de 32.8 millones en 2018 a 35.5 millones de personas en 2024.

En el lado positivo o de los activos podría colocarse el aumento al salario mínimo y los programas sociales, por el beneficio económico para quienes los reciben.

Aunque en el otro lado de la moneda, ambas medidas provocan perjuicios.

El salario mínimo, eleva el costo laboral para las micro y pequeñas empresas; segmento productivo que no tiene apoyos de ninguna especie.

Y los programas sociales, tienen un elevado costo para las finanzas públicas y por ende para los contribuyentes. Su creciente costo, pone en duda su viabilidad de mediano y largo plazos.

Los programas sociales, benefician a un amplio sector de la población, sin embargo, la destrucción del sistema de salud se tradujo en un aumento de mexicanos sin acceso a la salud.

Coneval registró que 30 millones de mexicanos se quedaron sin atención en los servicios públicos de salud.

Respecto al manejo de la administración pública, ¿qué herencia recibirá el nuevo gobierno?

Deja finanzas públicas débiles, enormes deudas, programas sociales de creciente costo, una economía que avanza hacia una posible recesión, un peso volátil en su cotización con el dólar y, menor nivel de inversiones extranjeras directas que reflejan cómo dejó ir, al menos en su primera estación, al tren del nearshoring; y la menor creación de empleos registrados en el IMSS y un aumento de la población en pobreza extrema.

Además del déficit de casi 6%, que obliga a un ajuste fiscal del 3% equivalente a un 1 billón de pesos; la caja de los “guardaditos” vacía; la deuda de 6.6 billones de pesos del gobierno federal; Pemex en números rojos, a pesar de la inyección de recursos por casi 2 billones de pesos; con una extraordinaria deuda, por alrededor de 100 mil millones de dólares; el creciente compromiso de los programas sociales, incluídas las pensiones; y los gastos de las obras faraónicas inconclusas.

La debilidad de las finanzas públicas, la quiebra técnica de Pemex y el inevitable ajuste fiscal, han puesto en estado de alerta a las calificadoras crediticias que podrían modificar a la baja la calificación de México.

En mucho dependerá de la confianza que genere o no la estrategia que presente el gobierno entrante de Sheinbaum en la presentación del primer paquete económico para el 2025.

Pasivos, no activos, son la herencia del sexenio que concluye.

Atisbos

En las postrimerías del sexenio, el presidente saliente se empeñó en profundizar el cambio de régimen. Se aprobó la Reforma Judicial; se militarizó a la Guardia Nacional y, se dejó avanzado el proceso para la extinción de los órganos autónomos.

Adicionalmente tomó decisiones transexenales que impactan a dos sectores muy importantes: el automotriz y el de alimentos. Extendió al 2026 el decreto para regularizar el contrabando automotriz. Y se aprobaron los Lineamientos Generales, complemento de la Ley General de Educación, para prohibir la venta de alimentos “chatarra” en escuelas de alimentos procesados y hasta alimentos tradicionales mexicanos.

En un plano más amplio, dejó tensa la relación con EU, Canadá y España, países de los que provienen mayoritariamente la inversión extranjera.