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Sólo es un pequeño respiro
Desde que Donald Trump volvió a la Casa Blanca ha utilizado la amenaza de incrementar los aranceles a diferentes países, como un arma de presión para lograr cumplir sus promesas de campaña

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Lejos, muy lejos estamos de poder echar campanas al vuelo por la suspensión temporal de los aranceles a México y Canadá, tan solo es un pequeño respiro que mantendrá a los mercados financieros expectantes, y a los inversionistas y empresarios en pausa.
Y es que desde que Donald Trump volvió a la presidencia de Estados Unidos ha utilizado la amenaza de incrementar los aranceles a diferentes países, incluidos sus socios comerciales México y Canadá, como un arma de presión para lograr cumplir sus promesas de campaña.
En el caso de México y Canadá, el foco ha estado puesto en temas de inmigración y el tráfico de fentanilo, donde el presidente Trump ha presionado para poner controles más estrictos en las fronteras a fin de acabar con el tráfico ilegal de drogas, que tanto ha afectado a la población estadounidense, pero también frenar la entrada ilegal de inmigrantes a su país.
En este corto tiempo se han tenido varias conversaciones entre el primer ministro de Canadá, el presidente de Estados Unidos y nuestra presidenta, a fin de encontrar soluciones y evitar la imposición de aranceles que afectarían la economía de los tres países de manera importante después de 31 años en que entrara en vigor el Tratado de Libre Comercio, y a tan solo un año de que se renegocié.
En el caso de México, se mandaron 10,000 elementos de la Guardia Nacional a la frontera para disminuir el flujo de inmigrantes, se hicieron sendos operativos en los que se hicieron diversas incautaciones de dinero, armas, drogas y se destruyeron varios laboratorios de fentanilo y se entregaron 29 narcotraficantes a la justicia norteamericana.
Aparentemente todo fue inútil ya que, tras varios días de rumores en un sentido y en el otro, finalmente el presidente Trump anunció el pasado martes 4 de marzo que se aplicarían aranceles del 25% a todos los productos provenientes de México y Canadá ya que consideraba que el esfuerzo realizado por ambos países era insuficiente.
Por supuesto que la imposición de aranceles de tal magnitud tendría graves implicaciones para nuestra economía, particularmente porque la mayoría del comercio exterior se realiza con el vecino país del norte.
De entrada, se estimó que el magro crecimiento esperado para este año podría eliminarse, e inclusive mandarnos a una recesión, acompañado de presiones inflacionarias por la volatilidad que se habría dejado sentir en el tipo de cambio.
De hecho, el peso a lo largo de la semana sufrió fuertes variaciones ya que inicio la semana en niveles de 20.72 pesos/dólar, llego a rozar los 21 pesos tras el anuncio de la imposición de aranceles, para recuperar terreno al final de la semana, gracias al respiro temporal que nos dieran, para ubicarse en niveles de 20.23 pesos/dólar, mientras que el dato de inflación a febrero salió por encima del dato previo, al ubicarse la general en 3.77% versus 3.59% en enero pasado y 3.65% contra 3.58% la subyacente.
Al día siguiente, y tras las presiones que hiciera la industria automotriz norteamericana, Trump anunció que los aranceles del 25% no le aplicarían a esa industria por un mes y para el jueves se tomó finalmente la decisión de no aplicar aranceles a los productos que estuvieran amparados bajo el Tratado Comercial, que en el caso de Canadá se estima representen un 38% de sus ventas de exportación a Estados Unidos y en el caso de México se estima que sean de un 50%, según la Casa Blanca.
Es evidente que problemas tan sensibles y complejos como la inmigración ilegal y el tráfico de drogas no se resolverán en tan solo un mes. Éstos requieren un trabajo permanente y constante a fondo que involucre el compromiso de los TRES países.
Por lo pronto la SHCP no descarta que los planes de inversión en México sean repensados ante la incertidumbre que genera el tema comercial, mientras que Jerome Powell, presidente de la Fed, dijo que esperará a tener mayor claridad sobre las políticas de Trump a fin de decidir cualquier movimiento adicional sobre su tasa de referencia.
Esta semana habrá que ver como toman los mercados el cambio en la SHCP, las negociaciones de paz entre Estados Unidos y Ucrania y el reporte de inflación a febrero en Estados Unidos.
Por lo pronto, la moneda sigue en el aire.