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¿Por qué el peso se puso a 20.73 por dólar?
El peso amaneció ayer martes a 20.10 por dólar. A las 10:30 de anoche estaba en 20.73. Es una depreciación de más de 3% en una jornada, donde el circo tuvo dos pistas: la elección de Estados Unidos, en las que parece confirmarse un triunfo claro de Donald Trump, y la decisión de la Suprema Corte que confirma la reforma judicial en los términos que fue aprobada por Morena y sus aliados.
En el año 2024, el peso ha perdido casi 19% frente al dólar. También ha perdido el apelativo de superpeso. La peor jornada fue el 4 de junio, cuando se confirmó que Morena tendría mayoría calificada. Ese día la depreciación fue de 4.40%, pero en ese momento estábamos con un tipo de cambio de 17.71 pesos por dólar.
¿Cuánto de la caída del peso se debe a la decisión de la Corte y qué parte está relacionada con las elecciones en Estados Unidos? Soy de la opinión que el movimiento de ayer sólo tiene que ver con el buen desempeño de Trump en las urnas. La reforma judicial tendrá su momento. Ahora, es momento de hablar de Trump y de los riesgos que implica para México. En este contexto, aclarar que el tipo de cambio es un indicador importante, pero no es una medida inapelable de la salud de la economía mexicana. Debemos mantener en observación al peso. Veremos más movimientos en las próximas semanas. Sólo recordar que en la primera Presidencia de Trump, el tipo de cambio se movió casi 30% en los tres meses que transcurrieron entre su elección y su primer mes en la Casa Blanca.
México es el país más vulnerable a una segunda Presidencia de Donald Trump, de acuerdo con The Economist Inteligence Unit (EIU), en un reporte publicado a fines de julio. La lista colocaba en segundo lugar a Costa Rica y en tercer lugar a Alemania. Para China era el sexto lugar y Japón ocupaba la séptima plaza.
EIU construyó su índice a partir de tres pilares: comercio, seguridad y migración. La vulnerabilidad principal de México está en el comercio. Hay que recordar que somos el principal socio comercial de Estados Unidos. Ayer se dieron a conocer los datos de septiembre, que muestran que México vendió 44,000 millones de dólares en un mes, casi 1,500 millones de dólares diarios.
El vaso medio lleno dice que hemos ganado terreno frente a Canadá y China en esa competencia por ser el mayor proveedor del Tío Sam. En el último sexenio pasamos de tener un poco más de 13% del pastel de las compras de Estados Unidos al exterior, a tener un poco menos de 16% de las mismas. Hablando de vulnerabilidad, el vaso medio vacío nos recuerda que ha crecido nuestra dependencia del mercado de Estados Unidos. Hace seis años, era 77% de nuestras ventas al exterior y ahora está arriba del 80 por ciento.
¿Cómo nos afectaría que Trump impusiera aranceles de 25% a las exportaciones mexicanas? La amenaza de Trump se dio en un acto de cierre de campaña y, en el contexto, hay que entenderlo como parte de la presión para que México sea más colaborativo en temas relacionados con migración y combate al tráfico de drogas.
¿Qué tan serio hay que tomar estas amenazas? Me sorprende escuchar a algunos personajes de la 4T afirmar que son sólo declaraciones de campaña. Digo que me sorprende porque ellos mismos afirman que la reforma judicial debe aplicarse porque fue parte de los temas que estuvieron en la campaña electoral mexicana.
Las amenazas de Trump de imponer aranceles son reales y debemos prepararnos ante ellas. Todo indica que, además de la Presidencia, ganará el Senado y la mayoría de las gubernaturas. En su primer periodo presidencial hizo un primer experimento con los aranceles y le pegó con fuerza a China. El mayor beneficiario de este castigo fue México, que "capturó" una parte de las exportaciones chinas. El éxito de México se nota en las cifras de los primeros nueve meses del 2024. Hemos vendido 378,885 millones de dólares a Estados Unidos. En contrapartida, en ese periodo, hemos comprado 253,405 millones de dólares.Tenemos un superávit comercial con Estados Unidos de 125,000 millones de dólares en nueve meses. Esto es una gran noticia porque habla de la competitividad mexicana. Es también un gran problema porque a Donald Trump no le gustan los déficits. Tratará de hacer algo al respecto y tenemos una pista: adora los aranceles, I love tariffs, dice una y otra vez.Las mayores tarifas serían para los bienes chinos, pero México no estaría exento de ellas. El tema va en serio y así lo confirman personas cercanas a Trump, como Peter Navarro y Robert Lighthizer. La idea es muy popular entre los seguidores de Trump, a pesar de los efectos catastróficos que podría causar. Imponer aranceles provocaría un aumento de los precios y dislocaría el comercio internacional. Un arancel de 25% para México anularía, de facto, el T-MEC.
¿Cómo le irá a México con una segunda Presidencia de Trump? No soy de los optimistas. Creo que, entre 2016 y 2020, los planetas se alinearon para México y que hay muchas cosas que ahora serán diferentes. Estaré feliz de equivocarme. Por el bien de México y del mundo.