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Opinión

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Por qué el peso no ha tenido un impacto mayor de depreciación

“La incertidumbre es la única certeza que hay, y saber cómo vivir con inseguridad es la única seguridad”. John Allen Paulos, matemático estadounidense.

E n las últimas semanas se han presentado factores que han generado una percepción de incertidumbre y de volatilidad en los mercados y una presión adicional significativa para el tipo de cambio. Las amenazas y postergaciones sobre la aplicación de tarifas de Estados Unidos, que generarían una afectación significativa hacia la economía mexicana, se esperaba que provocaran movimientos sumamente bruscos en el tipo de cambio.

El anuncio de finalmente aplicar a partir de esta semana tarifas de 25% a todas las exportaciones de México hacia Estados Unidos, se esperaba que produjeran una enorme presión sobre el tipo de cambio. La realidad es que, si bien se dio un factor de presión momentáneo, el tipo de cambio se movió a un nivel máximo de 20.96 para rápidamente regresar a niveles en promedio inferiores a 20.60.

Si se analiza el comportamiento del tipo de cambio desde principios de enero hasta la fecha, prácticamente el movimiento ha sido lateral. Aunque sí hay un evidente movimiento de depreciación de los niveles más bajos que se habían alcanzado en septiembre del año pasado, muchos analistas esperaban que las presiones de parte de EU sobre la imposición de tarifas, llevarían el tipo de cambio a niveles de más de 21 pesos o incluso a niveles superiores; recordando que en la primera victoria electoral de Trump, el tipo de cambio llegó a tocar 25 pesos.

Conviene recordar, que el tipo de cambio es una relación entre dos factores. Usualmente estamos acostumbrados que los factores de depreciación del peso estén mas relacionados con factores internos de nuestro país. Pero en la última década, por distintas razones además de esos factores, ha sido evidente que el tipo de cambio se era visto afectado por la percepción de valor del dólar en mercados internacionales.

Un primer elemento que ha incidido en el movimiento del tipo de cambio está relacionado con la trayectoria posible de la política monetaria en Estados Unidos. La Reserva Federal potencialmente podría llevar a cabo una o dos producciones a la tasa frente a una desaceleración económica moderada y a indicios de una inflación más controlada, en contraste con el comportamiento de otras bancas centrales, como la europea, y la de Inglaterra, que han mantenido las tasas relativamente altas para evitar presiones inflacionarias en Europa.

La depreciación del dólar se pone en evidencia, por ejemplo, con una relativa ganancia que ha tenido el euro frente a esa moneda en el inicio del 2025; también el yuan se ha fortalecido en cerca de 3%, después de que el gobierno chino flexibilizara sus controles de capital. También el hecho de qué Japón abandonará el nivel de tasas negativas en abril de 2025 provocó flujos hacia el yen.

El hecho de que las economías denominadas BRICS, han ampliado el uso de una canasta de monedas alterna, que actualmente representa más de 20% de sus transacciones globales, es un factor que consigue también en el debilitamiento del dólar.

La firma del acuerdo entre Arabia Saudita y China, en enero del 2025, para aumentar las ventas de petróleo en yuanes, reduce la demanda de dólares en mercados energéticos y otros bancos centrales de economías emergentes (India, Turquía) han diversificado reservas, aumentando participaciones en oro (10% en promedio) y yuanes.

Por otro lado, los temores acerca de que la política de Trump genere un incremento del déficit fiscal de Estados Unidos, también contribuyen a la incertidumbre de la moneda.

Hoy, algunos analistas proyectan una posible depreciación adicional entre 2 y 4% en el índice DXY (índice del dólar contar una canasta de monedas).

Las tensiones geopolíticas y los conflictos claros con China, pero también la participación incierta de Estados Unidos en los conflictos en Ucrania y en el medio oriente, tienen un efecto negativo sobre el valor del dólar.

Finalmente, en términos específicos de la paridad contra el peso, hoy pareciera que los analistas siguen pensando que las amenazas de tarifas pueden ser coyunturales y no permanentes; lo cual lleva a tomar posiciones más moderadas respecto de los riesgos futuros.

Los anuncios en las últimas horas del secretario de Comercio, respecto de una potencial revisión de las tarifas hacia México y Canadá, que apenas iniciaron hace un par de días, podría apuntalar también esa incredibilidad.

El autor es politólogo, mercadólogo, financiero, especialista en economía conductual y profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. CEO de Fibra Educa y Presidente del Consejo para el Fomento del Ahorro Educativo.

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