Buscar
Opinión

Lectura 5:00 min

Plan México, positivamente ambicioso

El Plan México de la presidenta Claudia Sheinbaum es positivamente ambicioso. 

Plantea colocar a México en el top ten (desde su posición número 12) de las economías del mundo mediante una estrategia que busca atraer inversiones internacionales y locales que alcancen el 28% del Producto Interno Bruto (hacia el año 2030).

Al mismo tiempo, ofrece la posibilidad de realizar alianzas entre el gobierno y los empresarios, sin utilizar el esquema de Asociaciones Público Privadas.

El objetivo es superar la proporción de la inversión respecto al Producto Interno Bruto, arriba del 25% y crear 1.5 millones de empleos formales. Esto implica que el gobierno mexicano buscará incentivar la inversión y darle mayor impulso al crecimiento económico.

Es un planteamiento transexenal, porque trasciende la actual administración con una visión de largo plazo.

Entre otros propósitos promoverá la relocalización o nearshoring, elevará el contenido nacional y regional y ampliará la sustitución de importaciones con cadenas de valor, mediante una estrategia de industrialización con empleos bien remunerados en sectores de manufactura y servicios.

Relanzarán el programa “Hecho en México” y que 50% de las proveeduría y el consumo nacional sean hechos en el país.

El Plan México es la carta de navegación de México para el nuevo escenario global, definió el secretario de Economía, Marcelo Ebrard durante su presentación.

En el documento gubernamental y en su presentación por parte de la Jefa del Ejecutivo, quedó perfectamente claro que el impulso económico del país y de la región norteamericana, depende del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC).

Ello a pesar de que el acuerdo comercial trilateral vive uno de los momentos de mayor riesgo, por las amenazas del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Sheinbaum volvió a externar –como lo ha hecho en las últimas semanas– su confianza en que el T-MEC se mantendrá.

El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, durante su intervención –en el evento en el que se presentó el Plan México– expuso que la economía mexicana crecería aproximadamente 1.2% más en el Producto Interno Bruto (PIB) de lo que crece normalmente.

Mientras que Estados Unidos crecería 0.8% más y Canadá 0.2% más, siempre y cuando la región norteamericana (integrada por los 3 países) sustituya el 10% de las mercancías que actualmente importa de China.

Es un planteamiento que México ya hizo al gobierno de EU, aunque hasta ahora no se sabe si ya tuvo respuesta.

El Plan México parece redondo: atracción de inversiones, aprovechamiento del nearshoring, políticas públicas amigables con las inversiones privadas; proceso de industrialización, impulso a la fabricación farmacéutica y envasado local, con énfasis en la biotecnología, desarrollo científico y tecnológico, agitación de trámites a las inversiones; reducir de 2.6 años a 1 año el tiempo para autorizar una inversión.

Además de la formación de capital humano, financiamiento a las Pymes, impulso al turismo, entre muchas otras vertientes.

Sin duda, como la propia Presidenta de México, se plantean metas ambiciosas.

El Plan México, plantea los objetivos. Falta ver cómo se desarrollarán éstos.

Hay que recordar que el actual gobierno hereda de su antecesor una situación muy endeble en las finanzas públicas. No hay mucho margen de acción con recursos públicos. En cambio, hay compromisos del anterior régimen que se mantienen en el Presupuesto de Egresos de la Federación.

Adicionalmente, para atraer las inversiones privadas internacionales y locales, es muy importante que prive el Estado de Derecho en el país.

En este sentido, de las reformas heredadas y confirmadas por la actual administración, la mayoría, genera incertidumbre y en el mejor de los casos pospone las decisiones de inversión.

El Plan México llega en un escenario que no se quiere ver o se pretende ocultar desde el gobierno: una muy posible recesión en el primer año del actual sexenio; la probable caída en la inversión por el menor gasto en la inversión gubernamental en obras públicas y la cautela de los empresarios, además del regreso de Donald Trump.

Lograr un aumento tan importante de las inversiones, es un reto muy grande. Sin embargo, plantearse el objetivo, es importante.

Con todo y todo, lo cierto es que la carta de navegación de México, planteada por Claudia Sheinbaum, sin duda es ambiciosa y parece ir en la dirección correcta.

Sin embargo, falta ver cómo aterrizan los cambios del nuevo régimen en México las decisiones de Donald Trump y la dimensión de su afectación o impulso a México. Al tiempo.

Periodista desde 1975, ha trabajado ininterrumpidamente en periódicos, revistas, radio, televisión e internet. En los últimos 31 años se ha especializado en negocios, finanzas y economía. Es uno de los tres conductores del programa Fórmula Financiera, que se transmite por Grupo Fórmula.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete
/* USER OBJECT EXAMPLE paywall.auth.user() = { id: 5098, site_id: 1, email: 'johndoe@mail.com', first_name: 'John', last_name: 'Doe', avatar:"https://beta.wyleex.com/img/tenants/avatar.png", birth_date:null, checkSubscription:false, country:"", created_at:"2020-01-01T22:26:36.000000Z", gender:null, identification_number:null, identification_type:null, phone_number:"12345678", phone_prefix:null, subscribed:true, token:null } */