El presupuesto a revisión, ¡el 20 de enero!

La aprobación del Paquete Económico para el 2025 que envió el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum al Congreso se antoja como un mero trámite. 

Podrían por ahí permitirse alguna corrección típica en estos documentos, de, por ejemplo, modificar el precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo o recomponer alguna partida presupuestal, lo que siempre sucede, con el consenso de Hacienda, para no dar la impresión de que los legisladores están de adorno.

Pero esencialmente, lo que presentó el gobierno federal es lo que se aprueba, más allá del oso que le hicieron pasar al secretario Ramírez de la O, con el “lamentable error” en las partidas para la UNAM y el Poli, que se tuvo que comer como si hubiera sido un descuido de la dependencia responsable de las finanzas públicas.

Lo que sí puede cambiar mucho de lo estimado en el Paquete Económico mexicano para el próximo año, y ni siquiera en el proceso de aprobación, sino de ejercicio, es la batería de políticas públicas agresivas que presente el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Poco a poco empieza a dar adelantos de lo que vendrá con su gobierno a partir del próximo 20 de enero, desde el perfil de los nombramientos de su equipo, hasta dar por hecho que declarará el estado de emergencia nacional para así echar mano del Ejército para llevar a cabo una campaña de deportación masiva de migrantes.

El costo presupuestal de lidiar con una deportación masiva e indiscriminada de migrantes hacia suelo mexicano puede ser alto, pero no implicaría un desbalance por el tamaño de la bolsa del gasto público.

Lo que pesa y mucho es la señal de tener un trato así hacia un país vecino con el que se tiene tal nivel de compenetración, financiera, comercial, cultural, en fin.

Un costo adicional, no presupuestal, pero sí en los niveles de confianza, sería el cambio en el estatus de los grupos del crimen organizado bajo la óptica de La Casa Blanca.

Aquel país se da permiso de intervenir de cualquier forma, en cualquier país que se deje, si los delincuentes tienen la etiqueta de grupos terroristas y la verdad es que muchos de los grupos del crimen organizado de México actúan como tales.

Y en el peor de los escenarios con efectos inmediatos en toda la estructura económico-financiera del país, está la eventual aplicación indiscriminada de aranceles a las exportaciones mexicanas.

Aun antes de esa revisión de facto del Paquete Económico que se podría dar a partir del 20 de enero, ya suenan muy poco viables muchos de los estimados de los Criterios Generales de Política Económica para el próximo año, empezando por ese sueño guajiro de crecer entre 2 y 3 por ciento.

Pero en la medida que se puedan materializar las amenazas de Donald Trump en contra de México puede haber afectaciones mayores, dependiendo el alcance de los misiles.

La simple expectativa de que Donald Trump arremeta en contra de los intereses mexicanos en cualquier modalidad habrá de mantener muy alta la volatilidad financiera.

Sin embargo, si se materializa algún golpe mayúsculo, debe haber una posición financiera defensiva desde el gobierno federal para enfrentar las consecuencias macroeconómicas.