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El reto de formación de capital humano especializado para México
“Hemos creado una civilización en la que los elementos más cruciales dependen profundamente de la ciencia y la tecnología”.
Carl Sagan, astrofísico y divulgador científico.
En una entrevista que dio hace algunos años el CEO de Apple, Tim Cook, éste señaló que la razón fundamental de que una parte considerable de su manufactura se realizara en Asia, no era el costo de la mano de obra, sino la disponibilidad de capital humano especializado en tecnología en esa región, particularmente en China.
Señalaba que los requerimientos de personas con capacidades y habilidades tecnológicas hacían que hubiera una mucho mayor disponibilidad de candidatos a ocupar posiciones clave en la manufactura especializada en China de las que podían encontrar, incluso, economías como la estadounidense.
Esta reflexión reviste particular importancia para países como México, a la luz del fenómeno de relocalización de inversiones.
Este proceso que implica en algunos casos la salida de instalaciones e inversiones de manufactura de China y, en otros, la localización de nuevas inversiones, tienen como foco estratégico el que estos procesos se lleven a cabo en economías con un proximidad geográfica y estratégica a nivel geopolítico con el mercado de EU.
En México, más allá de que la intensidad y tamaño de la relocalización de inversiones, que efectivamente se lleven a cabo, existe coincidencia en ciertos factores críticos indispensables para un proceso exitoso: energía suficiente, disponibilidad de agua y seguridad (jurídica y ciudadana); pero sumado a éstos, es cada vez más claro que se requiere también contar con la capacidad presente y futura de desarrollo capital humano especializado.
El problema fundamental radica en que, en general, México presenta en la actualidad deficiencias importantes en la formación de capital humano especializado, particularmente en dos niveles: por un lado en cuanto a educación terciaria (universitaria) con orientación hacia la tecnología, con la formación de ingenieros y otros campos de especialidad, con las habilidades y conocimientos suficientes para aprender a desarrollar los nuevos procesos tecnológicos y; por el otro la capacidad de formación de técnicos especializados de educación previa a la terciaria (técnica vocacional) que puedan participar en los procesos de manufactura especializada y diseño de tecnología.
Cabe recordar que, por ejemplo, en Alemania se tiene un enorme desarrollo del nivel de educación vocacional técnica, lo que permite que una parte importante de los jóvenes, que son formados en el sistema educativo, se incorporen más rápidamente y en mejores condiciones a la fuerza de trabajo de ese país.
En el documento elaborado por la OCDE, Bridging Talent Shortages in Tech, se destacan algunos factores críticos a resolver para lograr el nivel adecuado en la formación de jóvenes especialistas en temas tecnológicos.
Estos incluyen, por supuesto, responsabilidades de las instancias gubernamentales en cada país, orientadas a favorecer los modelos de ciclo corto y procesos de certificación que garanticen la certeza de los conocimientos obtenidos para los futuros empleadores, entre muchos otros temas.
También se destaca la enorme responsabilidad del sector privado en la creación acelerada de los programas educativos y de desarrollo de capacidades y habilidades, que permitan esta formación y su adecuada vinculación con el sector productivo.
México requiere con urgencia desarrollar capacidades que permitan, de manera acelerada, formar programas de estudio especializados, absolutamente vinculados con las necesidades de las empresas que se están y estarán instalando en el futuro, con un altísimo componente orientado a la tecnología y la ciencia.
De lograrlo, no sólo se estará contribuyendo a un mejor aprovechamiento de las oportunidades de relocalización de inversiones, sino que, además, se estará propiciando que una parte importante de los nuevos empleados, tengan mejores condiciones salariales, de estabilidad y formalidad, vinculadas con las habilidades especializadas de los jóvenes que ocupen esas posiciones.
Los requerimientos de personas con capacidades y habilidades tecnológica hacían que hubiera una mucho mayor disponibilidad de candidatos a ocupar posiciones clave en la manufactura especializada en China, de las que podían encontrar, incluso, en economías como la estadounidense.
raul@martinezsolares.com.mx