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Retos del agua en México
México enfrenta una crisis hídrica sin precedentes, donde la escasez y el desperdicio conviven en un mismo escenario, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), 61.5% del territorio nacional padece sequías. Las imágenes de presas secas y ríos contaminados contrastan con las lluvias torrenciales que cada año inundan ciudades enteras. Mientras millones de personas carecen de acceso al agua potable, un gran porcentaje del agua se pierde por falta de mantenimiento, infraestructura y gestión eficiente, esto no solo compromete la seguridad hídrica del país, sino que impacta directamente en el desarrollo económico y social.
De acuerdo con el estudio "Perspectivas del Agua en el Valle de México" de Agua Capital, Red de Agua UNAM y UNESCO, el 40% del agua potable se pierde en fugas dentro de la red de distribución. En un país donde 157 de los 653 acuíferos están sobreexplotados, resulta urgente modernizar la infraestructura y establecer medidas que garanticen su eficiencia.
Ante esta realidad, en los últimos meses hemos visto cómo las autoridades han dado pasos para cambiar la forma en la que gestionamos el agua, ya sea a través de la creación de foros encaminados a crear la Ley General de Aguas, o incorporar leyes locales que obligan a la captación de aguas pluviales o el reúso de aguas residuales.
Actualmente, México sólo trata el 41% del agua residual recolectada, dejando escapar una oportunidad invaluable. Mientras en países como Israel el agua residual tratada se reutiliza en un 85%4, en nuestro país estas prácticas aún son limitadas debido a la falta de infraestructura adecuada y regulaciones efectivas.
Adicionalmente, de acuerdo con la Fundación Friedrich Ebert, México enfrenta un rezago en la captación de agua pluvial, ya que solo 1 de cada 100 litros de lluvia es captado para su uso en distintas actividades, desaprovechando una fuente clave para la sostenibilidad hídrica. Esta deficiencia, junto con las sequías y la baja calidad del agua en la mayoría de las cuencas, ha convertido a México en el país en constante crisis hídrica, urgido de acuerdos intersectoriales y regulaciones que ayuden a solucionar el problema.
Más allá de la infraestructura, el comportamiento ciudadano juega un papel crucial en la crisis hídrica. Solo el 58% de la población en México tiene acceso diario al agua en sus hogares, y 11 millones de personas carecen de servicios de saneamiento adecuados6. A pesar de estas cifras, el desperdicio sigue siendo alarmante. Cambiar esta realidad implica establecer regulaciones más estrictas, así como buscar crear conciencia sobre la importancia de conservar el agua y fomentar una cultura de responsabilidad colectiva. Normas como la NOM-012-CONAGUA-2021 y la NOM-002-CONAGUA-2021 han intentado establecer lineamientos más estrictos para el uso eficiente del agua en desarrollos urbanos y productos sanitarios. Sin embargo, la educación y concientización juegan un papel muy importante y una barrera que necesita trabajarse mucho más, para hacer partícipes a cada uno de los habitantes del país y lograr un cambio de hábitos real y duradero.
La crisis hídrica que afecta al 71% del territorio mexicano no es un problema que una sola entidad pueda resolver. Requiere un esfuerzo coordinado entre el sector público y privado. El papel del sector empresarial debe de dejar de ser pasivo, para buscar ser transformador.
Desde la iniciativa privada estamos comprometidos a seguir desarrollando soluciones que minimicen nuestro impacto hídrico, hoy contamos con un portafolio verde con más de 100 productos, pero nuestro objetivo es buscar impactar a través de nuestras acciones en todos los rincones del país, por eso seguimos impulsando acciones coordinadas junto con el gobierno, la iniciativa privada, la academia y organizaciones sociales, para juntos cambiar nuestra realidad actual. Estamos convencidos de que cada decisión, cada política y cada innovación nos acercan a un futuro en el que el acceso al agua dejará de ser un privilegio y se convierta en un derecho garantizado. El desafío es enorme, está en juego el futuro de la industria y de la sociedad, pero la solución está en nuestras manos.
*Presidente y Director General de Grupo Helvex.