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Más allá del salario mínimo: ¿qué sigue en lo laboral?
¿Qué pasará en este sexenio en lo laboral? La conversación ha privilegiado los aumentos a los salarios mínimos del sexenio pasado. Pasamos de 88 a 248.9 pesos diarios. Con este incremento, dejamos de ser uno de los países con salarios mínimos más bajos de América Latina y pudimos “rebasar” a algunos vecinos de centroamérica, como El Salvador y Guatemala. En este proceso, ayudó la apreciación del peso. Medido en dólares, el mínimo pasó de 131 a 448 dólares.
¿Qué sigue? Hoy miércoles está previsto que se anuncie el incremento al salario mínimo para el 2025. Está cantada un alza de 12%, con esto quedaría en 278.8 diarios y alrededor de 8,364 pesos mensuales. Para la zona fronteriza norte, quedaría en 419.87 pesos diarios.
El anuncio es relevante por muchas cosas. A octubre de 2024, había 21.9 millones de personas que ganaban hasta un salario mínimo en México. Eran 8.5 millones los que cabían en esa categoría estadística a fines de 2018.
La noticia del incremento al salario se llevará algunos reflectores y, quizá, por unos momentos, nos permitirá dejar de pensar en Donald Trump o la crisis de inseguridad. El objetivo del sexenio es llegar a un mínimo que compre 2.5 canastas básicas en 2030, según ha dicho Claudia Sheinbaum. La discusión sobre la semana de 40 horas se dará, quizás, en 2025.
Para conseguir un mínimo que compre 2.5 canastas, se necesitaría un aumento acumulado en el sexenio cercano al 50 por ciento. Arrancamos la administración con un salario mínimo que alcanza para comprar 1.6 canastas. Si ustedes se preguntan qué contiene una canasta básica, les doy algunas pistas: granos básicos como maíz, frijol, avena, arroz y café; productos de higiene personal, como papel higiénico, pañales, toallas sanitarias y pasta dental; azúcar, atún, aceite vegetal y sal de mesa.
¿Se podrá conseguir otro sexenio de grandes avances en el mínimo? Es una de las preguntas que están en el aire. Qué debería ocurrir para hacerlo posible, se preguntan algunos. Otros más proponen llevar la conversación laboral a otros territorios: ¿qué podemos hacer?, ¿qué debemos hacer?, ¿dónde están las tareas pendientes más relevantes?
Uno de los mayores retos de los próximos años está en la generación de empleo formal. En este renglón, el sexenio de AMLO quedó muy por debajo del gobierno de Peña Nieto y tampoco pudo superar los números logrados con Felipe Calderón. Entre diciembre de 2018 y septiembre de 2024 se crearon 2 millones 22,000 puestos de trabajo formales. Entre 2012 y 2018 fueron 4 millones 162,000. Del 2006 al 2012, el registro es de 2 millones 313,000.
Son pocos empleos para un país que necesitaría superar el millón por año. En parte se explican por los magros números de crecimiento económico, 0.8% de promedio anual. ¿Cuántos empleos genera un punto de crecimiento del PIB? Durante muchos años, se daba por bueno un número: 200,000. Quizá no sea tan científico este dato, pero nos da una idea de que necesitamos tener varios años con crecimiento superior a 4% para tener un mercado laboral más parecido al que necesitamos.
Crecimiento y muchas cosas más. México tiene una tasa de desempleo abierto espectacular del 2.5 por ciento. El número es mejor que el que tienen los países europeos y sería la envidia del mundo entero, si no fuera porque tenemos otros datos que completan la imagen del mercado laboral. El subempleo es cercano al 10%; la informalidad está en 54% y la tasa de empleo en condiciones críticas está por encima del 32 por ciento. El porcentaje de la población que se encuentra en situación de pobreza laboral es de 35 por ciento. Son 45.6 millones de personas que viven en una situación en la que los ingresos laborales de su hogar no son suficientes para adquirir la canasta alimentaria para todos sus integrantes.
Los retos son muchos: encontrar la manera de sostener los incrementos al mínimo; reducir la informalidad y las brechas de género, pero también las geográficas. Hacer todo lo necesario para que el mercado laboral deje de ser la fábrica de pobreza sobre la que han reflexionado tanta gente como Rogelio Gómez Hermosillo.