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Los saldos de estos años
Economía y sociedad
El Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de reconocer que en lo que falta de este año y el siguiente el panorama económico mundial estará determinado por tres causas: débil crecimiento económico, deuda elevada y precios altos.
Su pronóstico de crecimiento económico para México es de 1.5% en el 2024 y de 1.3% para el 2025. Como alivio sostiene la esperanza de que es mucho lo que se podría hacer para mejorar la capacidad de crecer y reducir la deuda.
El problema de corto plazo se complica cuando vemos los daños que produce el Cambio Climático y su amenaza existencial, con pocas decisiones de un ataque frontal para combatirlo. Asimismo, el deterioro de la confianza pública en el sistema democrático para ofrecer progreso. De ahí el pesimismo que abre la puerta a los diversos populismos. Estos son un síntoma de una democracia liberal averiada.
Y de alcances imprevisibles está la guerra en Ucrania que muestra tendencias desafortunadas. Si gana Putin le dará valor para hacer otras incursiones bélicas, como lo hizo Hitler después de triunfos iniciales. Y paralelamente está el conflicto entre el gobierno de Israel y la alianza de países que se ha formado para apoyar al terrorismo de Hamas, que con el escudo palestino tiene una guerra que apunta a ser interminable y que surgió después de la creación del Estado de Israel.
Por si fuera poco está el estudio del Foro Económico Mundial que arroja resultados terribles como es el de que alrededor de 40% de los empleos del mundo están expuestos al impacto de la Inteligencia Artificial (IA). Ante esta posibilidad urge el diseño de una política resiliente.
En la lucha por el poder global y las alianzas regionales, está el sentimiento antichino y su expresión en la guerra comercial entre Estados Unidos y países afines contra China. Sobresale la imposición de aranceles más altos. Este año el gobierno del presidente Biden impuso mayores tarifas a cerca de 18,000 millones de dólares de importaciones provenientes de China.
Europa ha implementado tarifas adicionales entre 17 y 38% a diversos artículos procedentes de China, que se suman al impuesto comunitario de 10 por ciento. Y México hizo lo mismo con 544 fracciones arancelarias entre 5 y hasta 50 por ciento.
El resultado de ello en China es una desaceleración económica. La Oficina Nacional de Estadística del gobierno chino lo atribuye a “un entorno externo complicado y se severo, así como a los nuevos problemas de desarrollo económico interno”
Este contexto de problemas estará determinando muchos cambios en el comercio exterior. Se necesita una visión positiva de alcances globales para enfrentar estos retos.