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¿Hacer una tarea con IA sería hacer trampa?
"Levante la mano quien ya usa ChatGPT para hacer su tarea...". Nadie respondió. Solo se escuchó una tos nerviosa a lo lejos. "¿Seguros? No los están viendo sus maestros". Todos rieron, y en un instante, la sala se llenó de manos levantadas.
Esa escena ocurrió en la FIL Guadalajara, en una reunión con jóvenes universitarios.
No pude evitar recordar, cuando a finales de los años 90, mis profesores universitarios recomendaban "no acercarse al internet" porque "no era una fuente confiable". En aquel entonces, si tenías oportunidad de usarlo, lo hacías “discretamente”.
Parece que poco ha cambiado. Como hace décadas, las nuevas tecnologías siguen estando en un área gris dentro de las aulas: no se prohíben del todo, pero tampoco se usan abiertamente.
El debate sobre si la IA en la educación es buena o mala, lo dejaremos para otro día. Hoy quiero reflexionar sobre esta dualidad: muchos la usan, pero pocos lo admiten.
¿Usar IA es trampa?
Pregunté directamente a 12 universitarios si hacer una tarea con IA es hacer trampa. Todos respondieron con un rotundo SÍ. "Claro que es trampa. Peor que Googlear", me dijo uno.
Por supuesto, esto no ha impedido que la usen.
De acuerdo con el estudio "Nuestra vida con IA: de la innovación a la aplicación", realizado por Google e Ipsos, 43% de mexicanos aseguran que ya usan alguna herramienta de Inteligencia Artificial, como ChatGPT, Gemini o Claude. De ellos, 73% confesó utilizarlo con fines escolares.
"Para usar IA hay que ser más inteligentes. O sea, si siempre has redactado súper mal, no vas a entregar una tarea perfecta, ni vas a usar los mismos párrafos que tus amigos", me confesó divertida una chica de 20 años que estudia química en la UNAM. Con todo orgullo, me hizo saber que ha entregado, desde hace más de un semestre, tareas que hace con ChatGPT "y nadie se ha dado cuenta".
¿Eso sería como hacer trampa? "¡Cero! Esas tareas de todas formas no sirven para nada y ni las revisan. Si no existiera ChatGPT, lo haría directo de Google...".
La profesora Rosy Cisneros, doctora honoris causa en educación, tiene una opinión al respecto: "La trampa sería si el alumno saca la información y solo hace copy paste, sin procesar nada. El maestro debe tener muy bien definido cómo sacarle provecho: fomentar debates con la información obtenida de la IA, analizar qué sirve y qué no… Claro que la IA se tiene que usar, los chicos ya la tienen. Pero si no se sabe usar, sí sería contraproducente”.
Entre el uso y la prohibición
¿Cómo llega la IA a las manos de los estudiantes? Un joven de preparatoria me cuenta que ha sido de boca en boca: un amigo le explicó cómo usarla y él, a su vez, le ha enseñado a otros. “Aunque en la escuela no nos enseñan esto, ya todos sabemos cómo hacerle".
Pensando que solo los estudiantes “grandes” la usan, pregunté a tres amigas con hijos en primaria y secundaria. Todas me dijeron que en casa sí usan ChatGPT para hacer búsquedas tipo Google. "Pero en la escuela no pueden".
Tres docentes universitarios me confesaron que no saben usar IA ni tienen planes de aprenderla pronto. La razón: "No tienen tiempo". Aun así, creen que con la adecuada capacitación (y tiempo) podría ser útil para desarrollar el análisis crítico, la resolución de problemas y hasta escribir y leer mejor.
¿Y en niveles más elevados?
La semana pasada, un amigo me pidió ayuda para usar DeepSeek, una IA para investigaciones. "Quiero usarla para corregir unas ideas y validar datos de mi tesis, pero necesito que me enseñes a usarla 'bien'. Si la descubren, creo que podrían invalidar mi postulación al doctorado”.
¿Usar IA en una tesis sería trampa? "Supongo que sí. No me voy a arriesgar a que me veten por preguntar eso".
Sandra Bran, doctora en investigación educativa, tiene una postura al respecto: "Si la IA solo es de consulta y apoyo, no veo ningún problema. Platiqué al respecto con una doctora en letras, y según ella, si en tu trabajo haces referencia de que lo realizaste con IA, tampoco hay ningún problema".
¿Prohibirla o aprovecharla?
Como ha sucedido antes con las redes sociales y otras innovaciones tecnológicas, con la IA, los alumnos ya se sienten muy familiarizados, mientras que el sistema educativo parece seguir en el dilema de cómo incorporarla.
La buena noticia es que ya hay proyectos educativos con IA en México. En la próxima edición hablaremos de ellos a detalle, ¡sí que valen la pena!
Mientras tanto, dejo una reflexión de Carlos Iván Moreno, director general de la UDGPlus, que dijera en la FIL Guadalajara:
"Con la IA, ahora mis alumnos ya no tienen errores ortográficos y entregan ensayos impecables. Pero eso no es lo relevante. Lo importante es cómo podemos liberar tiempo de tareas monótonas y repetitivas, para enfocarnos en lo que realmente importa: el debate, el diálogo y el trabajo en equipo".
Y tú, ¿sientes que haces trampa cuando usas Inteligencia Artificial?
*Esta columna quincenal, llamada “IA: Integrados y Apocalípticos” filosofa sobre la Inteligencia Artificial, con sus pros y contras y cómo se va integrando en la vida cotidiana.