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6 de cada 10 presos contagiados de Covid-19 se encuentran en la CDMX
En la Ciudad de México se han concentrado la mayoría de los casos confirmados desde que inició la pandemia y también de los decesos relacionados con la pandemia de coronavirus. En proporción, Baja California registra un nivel mayor de mortalidad: cerca del 67% de los presos confirmados o sospechosos han fallecido.
Ante la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19 se emitieron alertas sobre la necesidad de implementar medidas oportunas y eficientes en los centros penitenciarios, en línea con los derechos humanos y con el objeto de contener la propagación del virus.
En México, gran parte de las cárceles presentaba condiciones poco aptas en términos de salud, higiene, alimentación y espacios. Esta situación quedó expuesta con la llegada de la pandemia; hasta ahora se contabilizan 1,739 casos acumulados de coronavirus en los centros penitenciarios y 167 fallecimientos.
Las mujeres en el sistema penitenciario, a todo esto, son las más vulnerables entre los vulnerables de la pandemia. Están más expuestas a ser víctimas de violación a sus derechos.
La emergencia sanitaria pronuncia estas disparidades.
Las entidades más afectadas por la pandemia, también son las que presentan mayor persistencia del virus en los penales. Sólo la Ciudad de México concentra el 60% (1,040 casos) de los casos identificados y el 32% (54); Sonora lidera en el rubro de casos sospechosos con 21% (85) del total.
Aun siendo el estado con mayor incidencia de contagios en la población privada de la libertad, la secretaria de Gobernación capitalina, Rosa Icela Rodríguez, anunció que se ha avanzado en la contención del virus con un resultado nulo de casos nuevos de Covid-19 en tres semanas consecutivas.
De modo que de los 1,040 presos que se han diagnosticado con el virus, sólo hay 73 casos activos, lo que representa al 0.28% de los presos. Estos resultados se consolidan con un nivel de pruebas de 17% (4,607 pruebas) dentro de los centros penitenciarios.
Más de la mitad de los casos activos en la Ciudad de México se encuentran en el Reclusorio Sur. Otros centros con presencia de casos activos se identifican en los centros femenil y varonil de Santa Martha Acatitla, en el Reclusorio Norte, en el Reclusorio Oriente, en el Centro Especializado de Internamiento Preventivo para Adolescentes y en la Penitenciaría.
La entidad que presenta la persistencia más alta de mortalidad por Covid-19 es Baja California. Ha fallecido cerca del 87% del total de los casos confirmados; si se considera también a los sospechosos esta cifra baja a 67%; pero continúa por encima de la mitad.
Hasta ahora, en esta entidad se registran cinco casos diagnosticados, 11 sospechosos y 33 defunciones relacionadas con el virus. En este sentido es importante mencionar que justamente esta entidad es la que presenta el mayor nivel de hacinamiento en sus centros penitenciarios; el 86% se encuentra en esta situación, de acuerdo con cifras de la Enpol del Inegi (Encuesta sobre la Población Privada de la Libertad).
Medidas aplicadas
Entre las medidas que se han implementado con la recomendación de las autoridades sanitarias se encuentra la reducción de las visitas, el aislamiento de los enfermos y sospechosos, las constantes labores de sanitización y limpieza, la dotación de cubrebocas entre los presos y el resguardo especial de quienes pertenecen a grupos vulnerables como adultos mayores o personas con enfermedades crónicas.
El llamado de organizaciones y activistas por los derechos humanos desde el inicio de la pandemia se enfocó en la protección de la salud de la población privada de la libertad; especialmente para mejorar las condiciones sanitarias y de higiene en los reclusorios.
La última actualización de la Enpol encontró que en México el 46% de los reclusos comparte su celda con más de cinco personas. De la mitad restante el 21% comparte celda con un rango de seis a 10 personas más, el 13% con más de 15 personas y el 11% con más de 10 y hasta quince personas.
Al menos 12 de cada 100 presos no cuentan con espacios para asearse y 30 de cada 100 identificaron dificultades para acceder a agua potable en sus celdas y a medicamentos para atender sus necesidades de salud.
Incluso una gran parte de los reclusos identifican poca calidad, frescura y pureza en los alimentos y bebidas que reciben.
Bajo estas condiciones, implementar medidas de sana distancia, lavado frecuente de manos y cuerpo, higiene en espacios y superficies o una alimentación adecuada resultan un reto. Por lo que se ha pedido se refuercen las políticas de suministro y supervisión en los centros penitenciarios para disminuir estas problemáticas de hacinamiento, higiene, salud y alimentación.