Buscar
Política

Lectura 6:00 min

AMLO usa signos religiosos con fines políticos y electorales: José Gil Olmos

El mandatario mexicano quiere pasar a la historia como un héroe, como un mito, señala el autor del libro “El pastor de Masas. AMLO: una religión populista”, editado por Grijalbo.

Portada del libro “El pastor de Masas. AMLO: una religión populista”. Ilustración EE: Especial

Portada del libro “El pastor de Masas. AMLO: una religión populista”. Ilustración EE: Especial

Desde hace una centuria, no se había presentado un presidente de México que hiciera uso de la religión de una manera tan abierta y pública como estrategia política y electoral como ahora lo ha hecho, Andrés Manuel López Obrador, plantea, José Gil Olmos Rodríguez.

En su libro “El pastor de Masas. AMLO: una religión populista”, editado por Grijalbo, señala que el mandatario mexicano ha recurrido a la religión cristiana, principalmente a la evangélica, para hacerse de seguidores, mediante un discurso lleno de mensajes de fe y esperanza, que han tenido un efecto emotivo en buena parte de la población.

En entrevista, asegura que el mandatario quiere pasar a la historia como un héroe; como un mito.

—¿Cuál es el objetivo de este libro?

Andrés Manuel López Obrador es el presidente que más ha hecho uso de la religión con fines políticos y electorales. Ningún otro presidente en la historia política del país ha hecho este uso tan constante, tan permanente, de manera pública, para tener más simpatías y, sobre todo, para tener más votos.

El objetivo de la investigación es hacer notar esta otra faceta de este personaje, que, evidentemente, no va a terminar su proyecto político y de Gobierno en seis años, sino que pretende extenderlo, por lo menos seis años más con quien venga de su partido, hasta el 2030 y seguramente va a seguir teniendo una presencia muy importante en la vida pública de México.

La intención es ver, describir y descubrir cómo es que, desde hace más de 30 años, ha utilizado estas figuras históricas religiosas, emblemas, pasajes bíblicos, para sostener y mantener su proyecto político.

Su primera gran manifestación se llamó “Éxodo por la democracia”, y fue esta caminata que hizo a principios de 1993, dese Villahermosa, Tabasco, hasta la Ciudad de México, 55 días caminando, para protestar por un presunto fraude electoral.

—¿Se vale usar los símbolos religiosos con fines políticos electorales?

—Constitucionalmente no se vale. Se supone que el Estado mexicano es laico. Él es el representante del Gobierno y el Estado mexicano. Está transgrediendo la Constitución.

Una de las razones por las cuales hay que ver cómo utiliza estas figuras religiosas es que poco le importan las instituciones y las leyes y las modifica a su manera.

Con esta intención de someter a todo y a todos a su proyecto, no le provoca prurito utilizar la biblia, compararse con Jesús, utilizar estampas religiosas o escapularios como lo hizo durante la pandemia de la Covid-19. No le causa problema utilizar todo eso y mantenerse en el ideario popular y tener esta fuerza política.

—El presidente López Obrador se asume como guía. La pregunta es ¿AMLO es un guía de buena fe?

—Es un guía que utiliza la fe. No es un guía de buena fe, en el sentido de bueno y malo, sino más bien es un guía político, social que tiene una claridad de cómo es que se pueden usar estos símbolos. Nada más y nada menos, su partido se llama Morena. Es el ejemplo quizá más claro.

Cada vez que va a ser Semana Santa, hace citas de La Biblia o en sus discursos en las giras o en las conferencias mañaneras. Dice a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Todas estas referencias, que son bíblicas y que son muy populares, las utiliza, claramente con la intención de tener más simpatizantes. O, en términos religiosos más fieles y eso le ha resultado bastante bien.

—¿Qué religión profesa el presidente?

—Tiene una ascendencia evangélica adventista, porque así se educó en una escuela que tenía esta religiosidad. 

Pero también lo vemos citando a Jesucristo. Entonces podría ser cristiano. Pero utiliza la parte católica a nombrar Morena a su partido, como la Virgen de Guadalupe.

Andrés Manuel es una mezcla de religiosidad. Mezcla las religiones y las utiliza a su manera y así las coincide. No tiene definida una parte muy religiosa en este sentido y sí las usa a su conveniencia.

—¿Cómo vive su religión?

—Hay una serie de evidencias de que participa en misas, actos religiosos con los evangélicos, rezan públicamente. Se ha hecho muy evidente que le han hecho estos trabajos de protección en los pueblos y en las comunidades que es una parte religiosa muy importante en México.

Además, utiliza los escapularios, pero también dice que tiene un trébol y objetos de protección. Pero no lo vemos rezando. 

Cuando era Jefe de Gobierno no cantaba el himno nacional y no hacía honores a la bandera, lo cual era una señal de que no era católico. Yo creo que, obligado por la figura presidencial, como jefe del Ejecutivo, tenía que cantar el himno y saludar a la bandera, pero fue más obligado que por una cuestión de religiosidad.

Vemos a Andrés Manuel como un personaje histórico que no le causa ningún problema hacer todo tipo de artilugios. No tiene problema para que le hagan limpias o utilizar escapularios o para rezar con los evangélicos, pero todo con intención política.

—¿Cómo quiere ser visto el presidente?

—Quiere ser visto históricamente como un personaje que está marcando una etapa importante del mismo tamaño que Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Francisco I. Madero o Lázaro Cárdenas. Quiere pasar a la historia como un héroe, pero se está formando como un mito, exaltando las caravanas, las tres campañas presidenciales, las propuestas a las leyes, a la Constitución y las obras faraónicas que está realizando.

Andrés Manuel estaría en la línea de ser un santo popular y mucha gente no dudo que lo esté viendo así.

En Tabasco ya lo ponen en un altar y le prenden veladoras. No dudo que haya novenarios, donde la figura principal es Andrés Manuel. 

Quiere pasar a la historia como un héroe, como un mito. Ya lo consideran un pastor gente como el padre Solalinde y Arturo Farela de Cofraternice.

—Este pastor va a entregar el bastón de mando el 6 de septiembre y va a entregar el cargo el próximo año, ¿Estará dispuesto a entregar el rebaño?

—Yo creo que este pastor va a seguir actuando. Tiene un proyecto para seguir actuando. Es un animal político. Lo del bastón de mando es una metáfora únicamente. No se va a retirar.

diego.badillo@eleconomista.mx

Periodista mexicano, originario de Amealco, Hidalgo. Editor del suplemento Los Políticos de El Economista. Estudié Sociología Política en la Universidad Autónoma Metropolitana. En tres ocasiones he ganado el Premio Nacional de Periodismo La Pluma de Plata que entrega el gobierno federal. También fui reconocido con el Premio Canadá a Voces que otorga la Comisión Canadiense de Turismo, así como otros que otorgan los gobiernos de Estados Unidos y Perú.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete