Alza en los precios y baja en las ventas, estragos de violencia

Los diferentes tipos de violencia a los que los empresarios se han visto expuestos en los últimos tiempos traen como consecuencia no sólo las pérdidas inmediatas de los hechos, también lapsos de bajas ventas así como posible alza de precios al consumidor final.

Ignacio Manjarrez, presidente de la Comisión Nacional de Seguridad de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) indicó que los hechos que se vivieron en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California, entre otros, pueden ser catalogados plenamente como actos terroristas.

“La palabra terrorismo la relacionamos con el medio oriente, sin embargo, está contemplado en las leyes mexicanas en el artículo 139 del Código Penal Federal, donde dice que si son ataques contra la población por algunos solventes, entre ellos gasolina se considera como terrorismo”.

Como consecuencia, explicó, las personas dejaron de salir de sus casas, acción que repercute directamente en las actividades económicas de los lugares afectados. Refirió que en Ciudad Juárez, Chihuahua, escuelas y maquiladoras optaron por cancelar actividades.

Todo esto afecta la economía de una ciudad, dejar de ir a los establecimientos de conveniencia, a un centro comercial por el temor de que vaya a pasar algo; sin duda son afectaciones que se van sumando y cuantificando hacia lo que tiene que ver el sector empresarial.

“Imagínate la nómina que tienes que seguir pagando, en cualquier negocio, porque no es culpa de los trabajadores y de las empresas, se tiene que seguir pagando, lo que se deja de producir, lo que se deja de transportar, en pesos y centavos no podría decirlo, pero sí te podría indicar cómo se afecta”, abundó.

Impacto económico

El impacto económico de la violencia fue de 38,196 pesos por habitante, aproximadamente 2.5 veces el salario promedio mensual en México, de acuerdo con datos de la novena edición del Índice de Paz México (2022).

Por otro lado y de acuerdo con indicadores de la misma Coparmex se determinó que 46.9% de los socios de la Confederación han sido víctimas de algún delito en el primer cuatrimestre de este año.

Con lo que se refiere a la situación por estados, los datos de la organización establecieron que en Baja California Sur, 36.6% de los empresarios han sido víctimas, mientras que en Chihuahua se documentó un total de 43 por ciento.

En el caso de Guanajuato, la Coparmex registró que 52.5% de los socios encuestados fueron víctima de la delincuencia, por último, Jalisco registró 54.4%, de las cuatro entidades, la del mayor registro.

Los principales delitos son robos de mercancía, dinero, maquinaria o equipo de la empresa que se encontraba en tránsito, robo total o parcial de vehículo propiedad de la empresa y extorsión. 

“Y lo que cuesta a las empresas en materia de seguridad, blindarse contra la seguridad obviamente va aumentado, porque eso significa desde lo más básico, tiene que ver con la parte de sistemas de seguridad, videocámara, alarmas (...) se tiene que contratar seguridad privada para escoltar los vehículos que no sean asaltados, secuestrados, sí vemos que en la parte de inseguridad va en escala para lo que es el sector empresarial”.

Ignacio Manjarrez dijo que todo lo anterior tarde o temprano repercutirá en los precios y por lo tanto los ciudadanos tendremos que pagar “mucho más”.

Piden denunciar

Por último, el responsable de la comisión de seguridad indicó que si se es víctima de este tipo de hechos violentos, como la quema de vehículos o comercios, lo más recomendable es denunciar ante las autoridades.

“Hay que ir a las fiscalías de los estados a levantar el acta, correspondiente de hechos y con ésta aquellos que tienen un seguro se le presenta”.

Sin embargo, reconoció que en esta etapa comienza un “estira y afloja” debido a que, en algunos casos, las “letras chiquitas” que pudieran venir en las pólizas, pudieran no considerar la cobertura de este tipo de delitos.

ivan.rodriguez@eleconomista.mx