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Anoche perdió Vox
Anoche perdió Vox y eso trae consigo un cambio de planes. Las elecciones le dieron menos lugares en el Congreso y eso no es como Santiago Abascal lo tenía previsto.
El líder del partido ultraderechista contaba con que los buenos resultados obtenidos en las pasadas elecciones del 28 de mayo, que otorgaron al partido un rol fundamental en la conformación de autonomías y ayuntamientos en los Gobiernos del PP, se repetirían y le darían fuerza suficiente para llegar a Moncloa en un Ejecutivo junto a los populares.
Salvo sorpresa, esto no parece que se vaya a repetir y a la hora del cierre los resultados arrojaron que perdían terreno.
De los 52 diputados con los que contaba solamente le quedaron 33 y eso se traduce en que pasó de obtener el 15% de los votos a tan sólo el 12%.
La estrategia falló y esto solamente se puede explicar por la presencia del Partido Popular o por el miedo que a muchos le da la idea del regreso de la extrema derecha al poder. Porque los remonta a la era de Francisco Franco y de ahí el que se dijera que la agrupación política podía convertir el 2023 en 1973.
En términos de la alianza que hubiera sido necesaria para que entre los dos partidos de derecha pudieran alcanzar la mayoría absoluta, la desventaja con la que habría tenido que coexistir con el PP pudo haber decepcionado a varios electores.
Además de esto, Abascal ha atribuido el fiasco a la “desmovilización” del electorado de la derecha, provocado por el “blanqueamiento” del Gobierno socialista que habría provocado Núñez Feijóo con sus ofertas de pactos al PSOE, su decisión de no acudir al debate en TVE o el reparto de ministerios antes de ganar las elecciones. También ha acusado a los medios de comunicación de “demonizar a su partido” y “manipular las encuestas” y ha dicho que, con sus llamadas al voto útil, la prensa de derechas “ha tenido éxito en hacer fracasar la alternativa”.
Aun así, la agenda conservadora del partido lo mantiene como la tercera fuerza política del país con el apoyo de 3 de los 37 millones de electores, y esto acerca a otros partidos como Sumar.
Es importante mencionar que gran parte de esta agenda se compone por un listado bastante amplio de leyes a derogar, entre las que resaltan las de violencia de género, del aborto, trans, de eutanasia, de memoria democrática, LGTBI, del sólo sí es sí, de vivienda, de cambio climático, etc.
Vox también promete suprimir impuestos como los de grandes fortunas, patrimonio y sucesiones, eliminar el de IVA para la compra de vivienda habitual y simplificar el IRPF con un listón de 70,000 euros para las rentas: si se gana menos se tributaría al 15% y si se supera, al 25 %.
La participación del 70% del padrón electoral fue más elevada que en el 2019 y esto se explica en gran medida por los 2.5 millones de votos que se recibieron por correo. Además de los 1.6 millones de españoles jóvenes que votaron por primera vez en unas elecciones en las que la extrema derecha retrocede.
El último en salir, apague la luz.
Twitter: @StephanieHenaro