Arranca la cumbre

El lunes 29 de noviembre arranca la XVI edición de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Durante dos semanas, la mirada internacional estará puesta en Cancún, Quintana Roo; los Estados Nación Parte, discutirán las estrategias y compromisos para combatir el Cambio Climático. Luego del fracaso para obtener un acuerdo en la anterior reunión, en Copenhague, las expectativas de la opinión internacional son moderadas.

Partes son aquellos Estados nacionales que firmaron y ratificaron la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y el Protocolo de Kyoto, obligándolos a observar y cumplir su contenido en materia de cooperación internacional en contra del cambio climático.

En la Conferencia de las Partes participan: Delegados de gobiernos de Estados Parte, Delegados de gobiernos de Estados Observadores, representantes de Organismos Intergubernamentales, representantes de Organizaciones Observadoras de la Sociedad Civil y de los medios de comunicación.

La Convención Marco cuenta con 194 Estados Parte y su Protocolo de Kyoto con 184. De acuerdo con el Artículo 7 de la Convención, la Conferencia de las Partes es el órgano supremo que tiene como mandato adoptar las decisiones necesarias para promover la aplicación eficaz de estos dos Tratados.

Desde hace 16 años, estas conferencias se celebran anualmente entre los meses de noviembre y diciembre, organizadas por el Secretariado de la Convención bajo estándares de Naciones Unidas. Además, a lo largo del año, los participantes llevan a cabo sesiones de trabajo preparatorias en diferentes sedes.

En diciembre del 2009, la COP fue en Copenhague, donde se trató de crear un nuevo acuerdo internacional para darle continuidad al Protocolo de Kyoto, que se creó en 1997, caduca en el 2012 y tiene como propósito establecer metas y objetivos para reducir los Gases de Efecto Invernadero.

En Copenhague, planteó la necesidad de mantener el incremento de la temperatura promedio del planeta por debajo de los 2 grados centígrados, para evitar severos daños a los ecosistemas y la humanidad, según proyecciones del Panel Intergubernamental del Cambio Climático.