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Beneficios del programa Sembrando Vida podrían no ser duraderos: Coneval
“En términos operativos, se sugiere evaluar la suficiencia de recursos, tanto materiales como humanos, considerando características de los contextos y la dinámica de sus actividades en campo. La falta de recursos necesarios afecta principalmente la calidad del trabajo en campo que deben realizar los operadores del programa’’, cita el reporte.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó que hay una mejora en las condiciones socioeconómicas de los beneficiarios del programa Sembrando Vida, pero que es probable que los avances logrados se diluyan en ausencia de los apoyos y mecanismos adicionales que permitan consolidar los sistemas agroforestales.
A partir de los resultados de la Evaluación de Impacto Cualitativa del referido programa gubernamental realizada, que pretende comprender sus efectos de corto plazo a partir de estudios de caso, el ente autónomo recomendó complementar la planeación del programa con estrategias o esquemas diferenciados de atención, apoyos y sistemas agroforestales que consideren los procesos territoriales de cada región, las características climáticas e incluso socioculturales, así como elementos relevantes del contexto local, de la unidad de producción y de las personas beneficiarias.
“En términos operativos, se sugiere evaluar la suficiencia de recursos, tanto materiales como humanos, considerando características de los contextos y la dinámica de sus actividades en campo. La falta de recursos necesarios afecta principalmente la calidad del trabajo en campo que deben realizar los operadores del programa’’, cita el reporte.
Sugirió, además, definir mecanismos de salida gradual del programa, tales como la incubación de proyectos con agregación de valor, la conformación de redes de personas beneficiarias, la vinculación con mercados más grandes, acceso a financiamiento o a iniciativas empresariales.
“Esta transición debe ser flexible y acorde a las capacidades y progreso individual de las personas beneficiarias, asegurando que pasen de la dependencia del apoyo continuo a la autosuficiencia’’, precisa.
También considera necesario que la Secretaría de Bienestar, que opera el programa desde 2019, tome medidas de manera coordinada con otras instancias para encontrar alternativas que garanticen el suministro de agua a las plantaciones, conservar los suelos y prevenir
inundaciones, preservar y aumentar la superficie forestal, y equipar parcelas y huertos con la infraestructura necesaria, entre otras medidas que contribuyan a preservar el funcionamiento de las parcelas y la producción de los beneficiarios.
En materia de comercialización de la producción, recomendó hacer un diagnóstico, con la
participación de todos los actores relevantes y el equipo operativo del programa analizando las características de los mercados existentes o potenciales, a fin de asegurar canales de
comercialización de la producción que consideren sus necesidades.
En 2023, el programa, cuyo objetivo es contribuir al bienestar social de personas sembradoras a través de acciones dirigidas a conseguir la autosuficiencia alimentaria, la reconstrucción del tejido social y la recuperación del medio ambiente, operó en 23 entidades federativas y atendió a 451,665 personas, mayoritariamente de Chiapas, Veracruz, Tabasco, Guerrero, Oaxaca y Campeche.