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Carlos Urzúa debe informar los influyentismos en el gobierno de López Obrador: PRI
La exsubsecretaria de Hacienda y actual senadora del PRI consideró que las razones que dio Urzúa para dejar el cargo es justamente lo que hay que leer.
La renuncia de Carlos Urzúa como secretario de Hacienda y Crédito Público y la designación de Arturo Herrera en el cargo es oportunidad para que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador corrija el rumbo con buenas políticas públicas, afirmó Vanessa Rubio Márquez.
Entrevistada por El Economista, la exsubsecretaria de Hacienda y actual senadora del PRI consideró que las razones que dio Urzúa para dejar el cargo es justamente lo que hay que leer.
“Y las razones que está dando es que las decisiones de política en México no han estado necesariamente bien fundamentadas. De manera elegante dijo que las políticas públicas que se han hecho no han sido las más adecuadas.
“Al final del día eso es lo que hay que tomar en cuenta. Que realmente no ha habido una buena trayectoria de políticas públicas en México que permitan que crezcamos a lo que se dijo que íbamos a crecer.
“Decían que íbamos a crecer 4.0%, después pasamos a 2.5% en diciembre pasado con la presentación del paquete económico, luego, con el primer informe trimestral reportado el 1 de abril, dijeron que siempre no, que 1.6 por ciento.
“Y ya ahorita los analistas están hablando hasta de 0.5%. Entonces, cuando se pensaba que habría ingresos presupuestarios derivados de un crecimiento de 2.5% y los habrá derivados de 0.5%, quiere decir que esta sí es una situación muy complicada para tratar de hacer el gasto público que se prometió. Y la pregunta es, entonces, ¿qué van a hacer?
Además, refirió, hay decisiones de política pública como la cancelación del nuevo aeropuerto, el tema del gas o el incumplimiento de contratos, que desalientan a los inversionistas privados, tanto nacionales como extranjeros, que lo que ven en México es incertidumbre.
Desde su punto de vista esa es lo que detona que no esté habiendo empleos, que haya despidos, desempleo, y que no se crezca lo debido; se va haciendo toda una cadena de sucesos que no son los más afortunados para la economía, pero sobre para las familias mexicanas, comentó.
— ¿Debe dar nombres Urzúa? Habla de influyentismo en Hacienda y de conflicto de interés…
— Sí. Cualquier servidor público de alto nivel que haga ese tipo de acusaciones es importante que supiéramos a quiénes se está refiriendo y a qué sucesos se refiere porque, evidentemente, está afectando las políticas públicas en el país.
“Pero más allá de eso yo pensaría para adelante. Tenemos oportunidad de corregir, pero se nos está acabando la ventana de oportunidad.
“Tenemos la posibilidad de corregir en políticas públicas, en presentar un plan de Pemex que realmente funcione, que permita la inversión privada nacional y extranjera, los farmouts, las rondas y todo lo que se había previsto porque no hay para dónde hacerse. No es ciencia oculta. Los recursos públicos no alcanzan para hacer de Pemex una empresa productiva y viable. Se necesita, como en cualquier otra parte del mundo, inversión privada.
“Uno no puede estar peleado con la inversión privada nacional y extranjera en sectores estratégicos como el de la energía. Y no se puede cancelar proyectos de desarrollo y de inversión donde ya se tenía inversiones de capitales nacionales y extranjeros, y donde la gente ya había depositado su confianza.
“México tiene que ser un país donde las reglas se cumplan, donde el estado de derecho funcione.
“¡Claro que hay muchas cosas que arreglar! Y estamos de acuerdo con los fines, queremos crecer, desarrollo, prosperidad, acabar con la corrupción, el tema es el cómo. El cómo se han hecho las cosas, que es lo que evidenció Urzúa (y con lo) que no estaba de acuerdo; lo evidenció (Germán) Martínez, que no estaba de acuerdo (con lo que pasa) en el IMSS.
“Creo que sí es momento para reflexionar que los cómo importan y que no estamos yendo por el camino correcto en lo que a políticas públicas se refiere. Al final del día si a la economía le va mal, a los mexicanos les va mal.
— ¿Por el perfil de Arturo Herrera, nuevo secretario de Hacienda, es optimista en cuanto al cambio radical que se requiere y del que usted habla?
— Creo que (el presidente de la República) designó a alguien más de su confianza y qué bueno que así sea. Yo tengo la mejor de las opiniones de Herrera, me parece que es un técnico solvente pero, ahora, yo creo que no es la figura lo que se está pidiendo y lo que se necesita, sino es un cambio de política.
“Lo que hay que reconsiderar son las políticas que se han estado tomando y no podemos seguir diciendo sí se va a construir Dos Bocas, contra viento y marea… esas son las políticas que no nos están llevando a buen puerto en la parte económica.
“Hay que escuchar y leer muy bien lo que dijo Urzúa en la carta. Y, reitero, se nos está acabando la ventanita de tiempo para tratar de corregir.
— ¿Cuál es el llamado al presidente de la República, que es finalmente quien toma las decisiones?
— El llamado se lo hizo su propio colaborador. Le dijo que las políticas no se están tomando con los fundamentos correctos y lo que evidencia es que se requiere corregir el rumbo en la política económica porque si no los números no van a cuadrar. Y, en esto, los números no son lo que uno quisiera que fueran sino los que son. Y ahí tenemos los números del crecimiento del primer trimestre del año, negativo, menos 0.2 por ciento.
“Tenemos los números de desempleo, de falta de creación de empleos, los números de falta de inversión internacional, de falta de inversión pública. Ahí están todos los números. Lo que se puede corregir se puede hacer con buenas políticas públicas.
— ¿Hay riesgo de crisis económica?
— Si vamos a estar creciendo menos de 1%, y ahorita vamos a esperar los datos del segundo trimestre de crecimiento económico, del INEGI, hay que ver qué arrojan, sí hay preocupación. De que hay una desaceleración del crecimiento, es un hecho. Ahora hay que ver de qué tamaño, de qué magnitud, y si va a ser algo que se va a poder r corregir en los próximos meses.
“A lo que hay que remitirnos es a las razones que da Urzúa en la carta… Ahí hay mucho de lo que está pasando y que es atribuible a políticas que no han sido las más favorecedoras para el crecimiento, la inversión, la generación de confianza y, sobre todo, para que los mexicanos tengan empleo.
rramos@eleconomista.com.mx