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Política

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Civiles abatidos por Ejército con AMLO, igual que con EPN

Expertos consideran que militarización no ha sido efectiva para reducir violencia. Especialistas consideraron que la frase famosa del presiente “abrazos no balazos” no se reflejó en un cambio real en la violencia que vive el país.

El promedio presuntos agresores fallecidos durante enfrentamientos entre Ejército mexicano y el crimen organizado durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (0.77) es muy similar al que se registró durante la administración de Enrique Peña Nieto, demostraron cifras de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Según datos de agresiones contra el personal militar, el número de civiles muertos en enfrentamientos contra las Fuerzas Armadas, durante la actual administración suman 1,070, a falta de cerca de cuatro meses para el cierre del sexenio; mientras que, en todo el gobierno de Enrique Peña Nieto (2013 a 2018), se contabilizaron 1,243 civiles asesinados.

La información de la Sedena muestra que el promedio de civiles muertos en enfrentamientos entre Ejército y crimen organizado durante el sexenio actual es de 0.77 y de 0.74 para la administración EPN.

Por otro lado, el año con más civiles muertos durante el sexenio de AMLO fue en 2020, con 233; le siguió el 2019 con 197; en el caso de enfrentamientos, el año pasado es el que más casos reunió, desde 2019, con un total de 262.

Los datos también evidenciaron que existen similitudes entre ambas administraciones en lo que se refiere a militares muertos y enfrentamientos. Los elementos uniformados que perdieron la vida, en este tipo de acciones, en el gobierno anterior, fueron 99; mientras que con López Obrador la suma fue de 89, 10 menos.

Mientras que, los enfrentamientos, entre 2013 y 2018, sumaron 1,688; por otro lado, entre 2019 y el 10 de junio del año en curso, la suma es de 1,398 encuentros entre civiles y las fuerzas armadas.

Estrategia de seguridad

La estrategia de seguridad en México requiere una revisión profunda. Los datos indican que la militarización no ha sido efectiva para reducir la violencia entre las Fuerzas Armadas y los delincuentes. Es esencial que la próxima administración considere fortalecer las instituciones civiles y trabajar en una estrategia más coordinada y transparente, consideraron expertos en la materia.

Lisa Sánchez, directora general de la organización civil México Unido Contra la Delincuencia, mencionó que las operaciones militares, etiquetadas como patrullajes disuasivos, a menudo resultan en persecuciones y enfrentamientos, e incluso en ejecuciones extrajudiciales.

La estrategia de seguridad no cambió y sigue siendo la utilización de Fuerzas Armadas en operaciones contra la delincuencia organizada. En los hechos, la famosa frase del presidente 'abrazos no balazos' no se reflejó en un cambio real”, consideró.

También, destacó “con respecto a la política de militarización, que las Fuerzas Armadas son instituciones que siguen órdenes, son instituciones verticales orientadas hacia el cumplimiento de órdenes específicas y que por su propia naturaleza y su propio entrenamiento están muchísimo más orientadas precisamente a la identificación y a la eliminación de un enemigo antes que a la prevención del delito o la persecución del delito en un ámbito de respeto a derechos humanos”.

Por su parte, Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad, enfatizó que, a pesar de tener “casi medio millón de elementos en la Guardia Nacional, más del doble de lo que se tenía anteriormente, los resultados (en el combate a la delincuencia organizada) son muy pobres”.

También, consideró que México enfrenta máximos históricos en casi todos los delitos por lo que “si uno tiene que dar una calificación, diría que los esfuerzos continúan siendo muy malos, porque lo que vemos es que cada vez tenemos más violaciones a derechos humanos”, indicó el especialista.

Juan Carlos Piña, profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, detalló que la creciente labor de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, sumado a su participación en grandes obras y otras actividades, ha complicado la situación.

Para Piña Macín, es esencial que la nueva administración trabaje en un marco de transparencia y rendición de cuentas, además de coordinar esfuerzos con los gobiernos estatales.

Mientras que, la directora de MUCD consideró importante acotar la intervención militar a áreas geográficas específicas y por períodos definidos, con objetivos claros y mecanismos de rendición de cuentas.

arturo.rojas@eleconomista.mx

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